La cebolla blanca y roja tiene importantes beneficios para la salud del corazón y no importa si se consume curda o cocida. Además del exquisito sabor que entrega a cualquier receta, tiene muchas propiedades que le ayudan a cuidar su estado cardiovascular.

La cebolla es un crucial alimento con innumerables cualidades digestivas, diuréticas, antisépticas y antioxidantes, las cuales se verán reflejadas en su organismo con un consumo regular.

Es ideal para incluir en cualquier receta, gracias que tiene un mínimo aporte calórico y a que es rica en agua. También incluye fibra que contribuye a una buena digestión. El potasio también está presente en este alimento, aportando su poder diurético al organismo.

La cebolla es un alimento ideal para contribuir a la salud del corazón. Getty Images. | Foto: Getty Images

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, resalta a la cebolla como un alimento crucial en la nutrición de las personas que buscan cuidar su corazón, pues contiene fitonutrientes, como la quercetina, elementos esenciales para prevenir complicaciones cardiacas y la aparición de células cancerígenas. Asimismo, contiene saponina alicina, ideal para evitar infecciones, combatir el colesterol y diminuir la probabilidad de la aparición de tumores.

En cuanto al temor que se le tiene por su sabor tan pronunciado, los expertos recomiendan incluirla en las diferentes recetas para resaltar el sabor de los otros ingredientes. Para esto se puede consumir sofreída en compañía de carnes; también se puede aplicar en sopas y de forma cruda en ensaladas.

Presión arterial

De igual forma, se indica que la cebolla ayuda a disminuir la presión arterial, debido a que contiene antioxidantes que promueven la relajación de los vasos sanguíneos, mejorando la circulación de la sangre, según una publicación del portal de salud y bienestar Tua Saúde. “Además, podría ejercer acción antiagregación plaquetaria, disminuyendo el riesgo de formar coágulos sanguíneos que originen enfermedades como un accidente cardiovascular”, precisa.

La cebolla es un alimento ideal para acompañar diferentes recetas. | Foto: Getty Images

También se le atribuyen bondades para regular los niveles de colesterol, LDL, y los triglicéridos. Esto se debe a que contienen unas sustancias llamadas saponinas.

De otra parte, la cebolla contribuye a la salud digestiva, gracias a que previene la presencia de parásitos y hongos, y el estreñimiento. “Alivia las digestiones pesadas y la flatulencia con hipoclorhidria, pero hay que ser cauto si se suele sufrir acidez”, precisa Cuerpo Mente.

¿Qué contraindicaciones tiene la cebolla?

Si bien se trata de un alimento que brinda muchos beneficios, también es importante prestar atención a algunos aspectos antes de realizar un consumo regular de este alimento, para evitar efectos negativos.

Por ejemplo, hay personas que sufren de alergias o presentan intolerancia a la cebolla. Cuando esto ocurre, es posible que este alimento produzca diarrea, hinchazón o gases intestinales. Otras son alérgicas a este alimento y es posible que presenten hormigueo en la boca, hinchazón de las vías respiratorias o dificultad para respirar. En ambos casos, es relevante acudir al médico si se evidencian reacciones adversas.

La cebolla, pese a ser un alimento recomendado, también tiene algunas contraindicaciones como provocar hipoglucemia.

De otra parte, según información del sitio web Sala de Prensa, estos vegetales contienen oligosacáridos, disacáridos y monosacáridos que se fermentan en el organismo. Una de las contraindicaciones de la cebolla por estos carbohidratos es que no son favorables para personas con un sistema digestivo delicado, ya que puede causar hinchazón, dolor y la acumulación de gases. Los pacientes con síndrome de intestino irritable deben limitar su ingesta.

Otra de las contraindicaciones si su consumo es excesivo es que genera hipoglucemia (baja brusca de los niveles de azúcar en sangre) en aquellas personas con bajos niveles de glucosa. Por último, la cebolla genera mal aliento debido a su contenido en azufre, especialmente si se consume cruda.

Tenga en cuenta que el consumo se debe dar con moderación y que debe ir analizando cómo se comporta su organismo día tras día.