Un estudio realizado por un grupo de investigadores del Hospital Infantil Benioff, de la Universidad de California en San Francisco, mostró que la salud se beneficia en poco tiempo con solo dejar de consumir azúcar. Los expertos les restringieron a 40 niños obesos el azúcar a solo el 10 por ciento, pero les permitieron consumir lo habitual en cuanto a grasas, proteínas y carbohidratos. Al cabo de nueve días observaron cambios positivos: los niveles de la presión arterial y del colesterol disminuyeron, el hígado funcionó mejor y bajaron los niveles de glucosa en la sangre así como los de insulina. El estudio muestra que todas las calorías no son iguales y que las del azúcar son particularmente dañinas porque “se convierten en grasa en el hígado, disparan la resistencia a la insulina y aumentan el riesgo de diabetes, enfermedades cardiacas y hepáticas”, concluyó Robert Lustig, quien lideró la investigación publicada en la revista Obesity.