Uno de los principales temores de los deportistas cuando practican su respectivo deporte es sufrir de un calambre. En ese sentido, es común ver a tenistas, triatletas y ciclistas ingerir todo tipo de frutas, geles y alimentos para evitar estas contracciones involuntarias del músculo.

Sin embargo, no solo los atletas están expuestos a los calambres. Las personas con sobrepeso o los pacientes hepáticos también son proclives a padecerlos. Así las cosas, ¿es cierto que consumir banano ayuda en la prevención de un calambre? La respuesta es concreta: sí.

Para prevenir calambres es recomendable llevar una dieta que incluya frutas, verduras y una buena hidratación. En este orden de ideas, el banano es uno de los protagonistas por su alto contenido de potasio, magnesio, hierro y betacaroteno.

El Comité Científico de la Comisión Europea sobre la Alimentación Humana destacó que la cantidad diaria de potasio óptima para un ciclista, uno de los deportistas más expuestos a sufrir calambres, es de 2.000 miligramos.

Katie Hiscock, especialista en preparación física y terapia deportiva, le dijo a la BBC que el banano “es una comida perfecta para hacer ejercicio: es compacta, nada complicada de llevar, fácil de comer y llena de nutrientes”.

Además del potasio, el banano tiene azúcares naturales que regulan la energía que se gasta cuando se hace deporte. A su vez, contiene la dosis de fibra y vitamina B6 necesaria para equilibrar los niveles de glucosa en la sangre.

Este tipo de azúcar se diferencia de los azúcares simples que se encuentran en las bebidas gaseosas y los dulces, los cuales brindan muchas calorías, pero no aportan al atleta las vitaminas, minerales y los nutrientes necesarios para el cuerpo.

La hidratación y su importancia en el deporte

Otro de los principales factores relevantes para no sufrir calambres está relacionado con tener una buena hidratación antes, durante y después del ejercicio.

En ese orden de ideas, destacó MedlinePlus, el agua es el nutriente más importante y, sin embargo, el más subvalorado por los atletas. El agua y los líquidos son vitales para mantener el cuerpo hidratado y a la temperatura apropiada, pues durante una hora de ejercicio se pueden perder varios litros mientras de suda.

Los expertos sugieren beber 480 ml de agua dos horas antes del entrenamiento y seguir tomando pequeños sorbos en la jornada de ejercicio. También es importante mezclar el consumo de agua con una bebida que contenga electrolitos.

“Los adolescentes y los adultos deben recuperar cualquier pérdida de peso durante el ejercicio con cantidades de líquidos iguales al peso que perdieron. Por cada libra (450 g) que usted pierda mientras hace ejercicio, debe tomar de 16 a 24 onzas (480 a 720 ml) o 3 tazas (720 ml) de líquido dentro de las siguientes seis horas”, concluyó MedlinePlus.