El término azúcar se usa para describir una amplia gama de compuestos que varían en dulzura, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Asimismo, explicó que los azúcares comunes incluyen:

  • Glucosa.
  • Fructosa.
  • Galactosa.
  • Sacarosa (azúcar de mesa común).
  • Lactosa (el azúcar que se encuentra naturalmente en la leche).
  • Maltosa (producto de la digestión del almidón).

Además, indicó algunas de las funciones de los azúcares: proporcionan el sabor dulce cuando se agregan a los alimentos; conservan la frescura y calidad del producto; actúan como conservantes en las mermeladas y gelatinas; mejoran el sabor en las carnes procesadas; proporcionan fermentación para los panes y pepinillos; le agregan volumen a los helados y le dan cuerpo a las bebidas carbonatadas.

No obstante, las grandes cantidades de alimentos que contengan azúcar pueden contribuir al exceso de peso en niños y adultos y con la obesidad se incrementa el riesgo de sufrir diabetes tipo 2, síndrome metabólico y presión arterial alta.

“El azúcar no es un nutriente esencial y hay evidencia sólida que muestra que en realidad puede ser perjudicial al contribuir al sobrepeso, la obesidad y la caries dental”, aseguró hace un tiempo Enrique Jacoby, el exasesor en alimentación sana y vida activa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la región de las Américas.

Adicional, existe la duda sobre cuál es el tipo de azúcar más saludable para el cuerpo y por ello, el Gobierno de México reveló que “a nivel nutricional ambos azúcares están compuestos en el 85 % o más por sacarosa y ambos aportan 4 calorías por cada gramo, pero el azúcar moreno, por estar menos procesado, mantiene mejor sus nutrientes y gracias a su alta composición en melaza, aporta vitaminas del grupo B y minerales como el calcio, el potasio, el magnesio y el sodio a diferencia del azúcar blanco, aunque este último sigue siendo el más comercializado”.

Así las cosas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que la “nuevas directrices de la entidad recomiendan que adultos y niños reduzcan su ingesta diaria de azúcares libres a menos del 10 % de calorías totales. Las directrices también señalan que una reducción aún mayor, al menos del 5 %, o aproximadamente seis cucharaditas por día en una dieta de 2.000 calorías, proporcionaría beneficios adicionales para la salud”.

Adicional, según la biblioteca, la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) recomienda limitar la cantidad de azúcares agregados en la alimentación y la recomendación se extiende a todos los tipos de azúcares agregados.

  • Las mujeres no deben obtener más de 100 calorías por día provenientes del azúcar agregado (aproximadamente seis cucharaditas o 25 gramos de azúcar).
  • Los hombres no deben obtener más de 150 calorías por día provenientes del azúcar agregado (aproximadamente nueve cucharaditas o 36 gramos de azúcar).

Hay que señalar que algunos alimentos que suben la insulina en la sangre son: chocolates, caramelos, mermeladas, miel, helados, gaseosas, alcohol, galletas dulces, comida rápida, harina de trigo refinada, cereales azucarados, entre otros.

Es por ello que la biblioteca de Estados Unidos reveló que algunas formas de reducir la ingesta de azúcares agregados incluyen:

  • Tomar agua en lugar de refresco regular, agua “vitaminada”, bebidas para deportistas, bebidas de café y bebidas energizantes.
  • Comer menos caramelos y postres dulces, como helado, galletas y pasteles.

Finalmente, hay que señalar que para saber si se es adicto al azúcar el diario El Confidencial reveló que algunas señales son: “las bajadas de energía, el consumo de bollería industrial todos los días, la aparición de un estado de irritabilidad y nerviosismo si no se ingiere la dosis habitual o la dificultad para levantarse por las mañanas”.