El uso más conocido del bótox es quitar las arrugas, pero podría ser bueno también para quitar el cáncer. La semana pasada un estudio hecho por científicos de la Universidad de Columbia reveló que ratones de laboratorio con cáncer de estómago a los que les aplicaron la sustancia tuvieron una mayor tasa de supervivencia. Para el trabajo los científicos aplicaron a los animales la sustancia en el nervio vago, que libera la acetilcolina, un neurotransmisor que potencia este cáncer. Durante el experimento observaron cómo el bótox paraliza el nervio y bloquea dicha sustancia y con ello se detiene la proliferación de células cancerosas. Los expertos señalan que la técnica es igual de eficaz a la cirugía y la quimioterapia, pero que hace falta evaluar su alcance en seres humanos. El estudio apareció en la revista Science of Translational Medicine.