El brócoli y el coliflor son dos verduras que pertenecen a la familia de las crucíferas. Se caracterizan por tener pocas calorías y muchos beneficios para la salud, derivados sobre todo de su alto contenido en antioxidantes, fundamentalmente el sulforafano.
Información del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos indica que las plantas crucíferas son ricas en nutrientes, entre ellos, varios carotenoides como betacaroteno, luteína y zeaxantina, además de vitaminas C, E y K, folato y minerales. De igual forma, son una buena fuente de fibra.
Además, según la citada fuente, estas plantas contienen un grupo de sustancias llamadas glucosinolatos, que son componentes químicos con azufre. Estas sustancias son las responsables del aroma penetrante y de su sabor amargo.
Durante la preparación de las comidas, al masticar y en la digestión, estas sustancias se descomponen para formar compuestos biológicos activos que han sido estudiados por sus propiedades anticancerígenas. “Se ha descubierto que los indoles y los isotiocianatos que contienen estas plantas inhiben la formación de cáncer en varios órganos de ratas y ratones, entre ellos, la vejiga, las mamas, el colon, el hígado, los pulmones y el estómago”, precisa el Instituto del Cáncer.
Buenos para el hígado
Además de ser favorables para prevenir el desarrollo de células cancerígenas, tanto el brócoli como el coliflor son aliados del hígado.
El portal Cuerpo Mente asegura que en el caso del brócoli esta verdura es capaz de estimular el trabajo hepático. Este vegetal, al igual que la coliflor, tiene la capacidad de incrementar la producción de enzimas naturales en este órgano y favorecer la eliminación de sustancias tóxicas como las cancerígenas, precisa el portal de estilo de vida unCOMO.
En esta misma línea, el brócoli ayuda a promover el proceso digestivo, gracias no solo a que es rico en fibras que mejoran el tránsito intestinal, sino debido a que contiene sulforafanos, compuestos que poseen acción bactericida contra la Helicobacter Pylori, previniendo la aparición de úlceras o gastritis en el estómago.
Por su parte, el coliflor, al ser rico en glucosinolatos, puede prevenir varias formas de cáncer, por ejemplo, el cáncer de hígado.
Favorecen el corazón
Estas dos verduras son buenas para cuidar el corazón. Por ejemplo, el brócoli, además de reducir el colesterol, permite que los vasos sanguíneos se mantengan más resistentes, y es capaz de controlar la presión arterial.
Asimismo, este vegetal contiene sulforafanos, unas sustancias con propiedades antiinflamatorias que previenen la aparición de lesiones en estos conductos y el desarrollo de enfermedades en las arterias coronarias, precisa el portal de salud Tua Saúde.
El coliflor contiene vitamina C, glicosinolatos, isotiocianatos y sulforafanos, que son compuestos bioactivos con acción antioxidante y antiinflamatoria que mejoran la salud de las arterias y la circulación de la sangre, y previenen enfermedades como derrame y presión alta, indica este sitio web.
Estas plantas también favorecen la condición de la piel, gracias a que son ricas en antioxidantes y poseen Omega E, además de vitaminas como la C, que produce colágeno y mantiene la piel sana y flexible, y la E, que protege las membranas celulares y previene el daño ocasionado por los rayos ultravioleta del sol, precisa el portal Gastrolab de México.
Una bondad más de estos vegetales es que cuidan la salud de los ojos, gracias a que contienen zeaxantina y betacaroteno. La luteína, presente entre sus componentes, previene enfermedades degenerativas como las cataratas y otras dolencias relacionadas con la edad.
Por último, estos vegetales contribuyen a prevenir la anemia, ya que son ricos en hierro y proteínas, sustancias fundamentales para combatir esta afección. Además, son alimentos recomendados para ser consumidos durante el embarazo, pues son buena fuente de ácido fólico.