Las personas pueden desconocer que sufren bruxismo y, normalmente lo descubren en una revisión dental rutinaria. Aprender a relajar la mandíbula es muy importante para evitar muchos de los efectos que provoca este hábito.
El bruxismo provoca efectos en diferentes partes del sistema masticatorio, en la mayoría de los casos, el diagnóstico se realiza observando el desgaste de los dientes y la tensión de los músculos de la mandíbula, de ahí la importancia de saber relajar la mandíbula.
Un diagnóstico precoz del bruxismo, puede evitar entre otras complicaciones, el desgaste prematuro de la dentadura y sus nefastas consecuencias.
¿Qué es el bruxismo?
De acuerdo con el portal web mejorconsalud.as.com “el bruxismo es un movimiento nocturno, incosciente, intenso y rítmico de los músculos de la masticación. Es muy frecuente en los niños, sin que a esas edades se considere patológico, sino una forma natural de desarrollo de la dentición que tiende a desaparecer al alcanzar la juventud”.
Sin embargo en la edad adulta, el hábito bruxista puede ocasionar múltiples problemas dependiendo de la frecuencia y la intensidad.
En los dientes se produce un desgaste característico. A nivel de las encías, las debilita, de forma que a la larga, aparecerá inflamación y movilidad en los dientes. Pero el efecto más perjudicial se da en los músculos y en la articulación temporomandibular en forma de:
- Dolores de cabeza.
- Dolor de oídos.
- Dolores de cuello.
- Dolor al abrir la boca.
- Ruidos al abrir la boca.
- Incluso a la larga dificultad para masticar y hablar.
Para tratar el bruxismo de manera eficaz, debemos tener en cuenta la causa, el estrés tiene un papel muy importante. Las personas con este hábito, generalmente soportan altos niveles de estrés, y la intensidad del bruxismo es proporcional al nivel de estrés en cada momento.
Las alteraciones en los dientes, que provocan una mala oclusión, obliga al organismos a intentar desgastar lo que sea que impide una forma mejor de encajar los dientes. Existen férulas de descarga, pero estas solamente evitan el desgaste dental, ya que la persona sigue manteniendo la misma tensión.
¿Las personas pueden aprender a relajar la mandíbula?
De acuerdo con la clinicadentalcolmenero.es, “cuando la persona quiere combatir una tensión, el primer paso consiste en darnos cuenta del momento en el que la hacemos. Por ello, debe aprender a tomar conciencia de la mandíbula y así poder relajarla”.
Para conseguirlo, debemos poner en práctica varias técnicas:
Relajar la mandíbula con algunos movimientos sencillos
- Debe abrir la boca todo lo que pueda y cerrarla lentamente (15 veces).
- Llevar la mandíbula de lado a lado (15 veces).
- Adelantar la mandíbula inferior hacia y volverla hacia atrás (15 veces).
- Realizar círculos con la mandíbula en ambas direcciones (10 veces hacia cada lado).
- Harcer la figura del infinito u ocho, subiendo por cada lado y bajando por el centro (10 veces en cada dirección)
Se aconseja hacer estos ejercicios dos veces al día. Preferiblemente, una antes de dormir.
Relajar la lengua
La lengua está relacionada con la mandíbula, por este motivo, relajar la lengua también nos va a ayudar a relajar la mandíbula, y para conseguirlo, debe seguir los siguientes ejercicios:
- Sacar la lengua todo lo que pueda. Puede ayudarse con un pañuelo de tela limpio para estirarla con las manos un poco más, siempre con mucho cuidado, sin hacerse daño, y de manera gradual.
- Con la boca cerrada, apretar con la lengua el interior de las mejillas y el paladar, de adelante hacia atrás.
- Hacer estos ejercicios durante dos o tres minutos, al menos una vez al día.
¿Tienes problemas para relajar la mandíbula?
Si tiene problemas para relajar la mandíbula y piensa que tiene alguna tensión acumulada, lo mejor será que acudir a un médico de cabecera y comentar todo tipo de inquietudes. El profesional ayudará a buscar la mejor solución.
Adicionalmente, debe recordar adoptar y mantener buenos hábitos de vida.