En primer lugar es importante conocer la frecuencia del lavado del cabello. Muchas personas tienen por costumbre realizar este procedimiento diariamente. Respecto a esto la experta Anabel Kingsley le contó a la revista Vogue que recomienda a las personas con cabello de textura fina lavarlo con shampoo todos los días, pues tienen una mayor cantidad de glándulas sebáceas y se acumula más grasa.
La experta agregó que en caso de tener el cabello con una textura más gruesa, áspera o rizada puede que lavar el cabello diariamente no sea una opción saludable, ya que puede resecarse. Por su parte, el experto Michael Shaun Corby, director creativo global de Living Proof señaló a esa misma revista que el co-lavado, conocido también como “pre-lavado” no es una opción igual de saludable que una limpieza profunda. “El co-lavado es como lavarse las manos con loción para manos: no limpia el cabello, lo que puede hacer es contaminar y acumular toxinas en el cabello y el cuero cabelludo”.
Dependiendo del tipo de cabello la rutina ideal va a variar, teniendo en cuenta las necesidades de cada uno. Lo cierto es que la temperatura del cabello sí debe ser la adecuada. De acuerdo con la marca especializada en cuidado capilar Head and Shoulders bañarse con agua muy caliente puede dañar el cuero cabelludo y si está demasiado fría podría no limpiarse correctamente.
“Necesitas una temperatura que sea lo suficientemente alta para limpiar la suciedad, pero no tan caliente como para que ocasione irritación. Justo por encima de la temperatura corporal estaría bien, alrededor de 100 °F. Es el equilibrio perfecto para mantener el cabello limpio y saludable y el cuero cabelludo sin irritación”, explica el portal web de Head and Shoulders.
El agua debe estar en una temperatura que permita eliminar la suciedad acumulada y limpiar profundamente el cuero cabelludo. “El agua tibia hace que el champú elimine más fácilmente el aceite, la suciedad y el polvo que se acumulan y ensucian el cuero cabelludo”, agrega el sitio web.
Vogue resalta que lavar el cabello con agua demasiado caliente puede resecarlo. Lo recomendable es usar agua tibia y al finalizar utilizar agua fría, como suele hacerse en las peluquerías. Este procedimiento ayuda a estimular circulación sanguínea en el cuero cabelludo.
¿Cómo cuidar el cabello?
Tener una dieta balanceada es importante para que el cabello reciba los nutrientes necesarios para mantenerse saludable. Por eso, es fundamental tener hábitos alimenticios que contribuyan a esto. El Dr. Pedro Rodríguez, dermatólogo de la Clínica Dermatológica Internacional, le contó a revista Vogue una recomendación fundamental. “Para que el pelo crezca correctamente es necesario que el organismo tenga un mínimo de materia prima, tanto de proteínas como a base de oligoelementos: cistina, biotina, hierro y algunas vitaminas”.
En consecuencia, se deben incluir alimentos como huevos, pescado (por su contenido en cistina), frutos secos y frutas (biotina). Asimismo consumir legumbres y semillas, además de todos los productos que aportan vitaminas al organismo. “Si un pelo no está sano puede que se caiga más y haya una pérdida de volumen o ruptura de tallos que tardarán tiempo en repoblarse”, explica el experto.
Asimismo, los cuidados diarios son fundamentales para mantener un pelo saludable. Tratarlo con suavidad, evitar realizar peinados que aprieten el cabello, teñirlo con mucha frecuencia o decolorarlo y utilizar los productos adecuados son algunos de los consejos que se deben tener en cuenta para cuidar el cabello y evitar su caída.
Se debe tener mucho cuidado con el estrés pues este es un factor que contribuye a la caída del cabello. Según detalla el portal especializado en cuidado personal Mejor con Salud, el estrés puede convertirse en un a causa por la cual el crecimiento del cabello es lento. “(..) puede derivar en problemas de piel que provocan la irritación del cuero cabelludo. Esto provoca que los folículos pilosos se inflamen y el pelo se caiga con mayor facilidad. Así lo sugiere este estudio realizado por la Universidad de Boston”.