Exfoliar el rostro es un buen método para mantener el cuidado personal, dado que es una manera de eliminar impurezas, exceso de grasa y darle suavidad a la cara. Sin embargo, realizar este procedimiento depende del tipo de piel.

En primer lugar, Mejor con Salud señala que la exfoliación es un procedimiento de belleza que se realiza sobre la piel. No necesariamente debe hacerse en el rostro, sino que se puede en todo el cuerpo. Para hacer eso, se necesita emplean una serie de productos, algunos naturales y otros químicos, para eliminar las células muertas presentes.

Si bien la piel realiza ese procedimiento naturalmente, hacerlo manualmente es una manera de contribuir al cuidar personal. No realizarlo conlleva a que las células muertas se incrusten con mayor profundidad en el cutis, ocasionando que las imperfecciones (como arrugas o granos) se desarrollen, la piel pierda humedad y haya resequedad.

La exfoliación elimina las arrugas. | Foto: GettyImages

No obstante, la exfoliación varía dependiendo del tipo de piel. La investigación Cuidado de la piel seca y atópica de la revista Farmacia Internacional, señala que las personas con piel seca requieren constantemente tratamientos y productos específicos para la exfoliación, debido a que la cutis lo requiere con emergencia. Esta clase de personas tienen más probabilidad de presentar arrugas finas, asperezas y sensación de picor si no se hace nada al respecto.

En ese orden de ideas, se recomienda aplicar productos con características hidratantes y emolientes, los cuales permiten retener agua en la piel y darle la suavidad necesaria. La exfoliación puede hacerse con productos hechos con una base oleosa o de miel y realizarse cada dos semanas.

Otro tipo de piel es la mixta, la cual se caracteriza por acumular con facilidad la grasa en la frente, nariz y barbilla, pero siendo seca en las mejillas. Al ser tan variante este cutis, requiere otros métodos para exfoliar. Previo a este procedimiento, la superficie debe limpiarse cuidadosamente con agua tibia y mantener una rutina de hidratación apta.

Un tipo de exfoliación es con productos caseros. | Foto: GettyImages

Para esta clase de piel, la recomendación es implementar productos que contengan ácido hialurónico, aloe vera y ácido láctico. Frente a su continuidad, la recomendación es una vez por semana.

El tercer tipo de piel es una de las que más requiere ayuda. Las personas con alta cantidad de grasa (especialmente en la adolescencia), tienen un cutis afectado en gran medida, principalmente por el brote de acné. Para exfoliarla se requieren tratamientos tópicos con productos libres de aceites. Al igual que el caso anterior, la sugerencia es llevarlo a cabo una vez cada semana.

La piel grasosa es la que requiere atención primordial con exfoliación. | Foto: Copyright

Con respecto a los tipos de exfoliación, hay dos tipos explicadas por Mayo Clinic. La primera es la natural, la cual se realiza con la intermediación de sustancias provenientes de animales, plantas y minerales. Estos productos están hechos a base de polvo de perlas, tierra de diatomeas, concha de nácar, semillas de almendras, nuez, melocotón, avena, azúcares, aceites esenciales, carbón activado, carbonato de calcio, sal marina y sílice.

En contraste, esta la exfoliación química, la cual emplea productos con sustancias de laboratorio, tales como alfa - hidroxiácidos (AHA), beta - hidroxiácidos (BHA), fenoles y ácido tricloroacético (TCA). Empero, esta clase de productos es mejor evitarlo para las personas con zonas enrojecidas, cicatrices y lesiones en el rostro.