Tanto para mujeres como hombres, lucir un cabello saludable es muy importante y, por tal razón, muchos se preguntan cada cuánto hay que lavarlo.
“Lavarse el pelo diariamente no debe suponer un problema si se usan los productos adecuados. Todo depende de las particularidades de cada tipo de cabello. En general, se suele indicar que un cabello muy graso debe lavarse con mayor frecuencia que un cabello seco”, dijo Aurora Garre, medical Marketing Manager de ISDIN, al medio de salud Mejor con Salud.
Sobre la misma línea, la dermatóloga de la Unidad de Tricología y Trasplante Capital del Grupo Pedro Jaén, Rocío Gil, le dijo al portal que “lavarse el pelo cada 24-48 horas es lo recomendable para mantener una adecuada higiene del cuero cabelludo”.
Por eso, hay que lavarlo las veces que haga falta. Si es un cuero cabelludo graso será necesario a diario o cada dos días. Hay que elegir un champú adaptado al cuero cabelludo de cada cual: seco, graso o sensible. Hay que emulsionarlo en la mano y masajearlo suavemente entre 1 y 3 minutos.
La suciedad suele acumularse en el cuero cabelludo, pero no en el cabello. Por eso lo ideal es mucha agua y poco champú. Respecto al número de aplicaciones, depende de la frecuencia con la que se lave el pelo, si lo hacemos a diario, con una es suficiente. En los demás casos, es recomendable aplicar dos veces el champú.
En consecuencia, lo recomendable es utilizar agua tibia, que no supere los 36 ºC y acabar el lavado con agua fría, para cerrar y sellar las cutículas y conseguir así más brillo.
También es importante resaltar que el cuero cabelludo hay que lavarlo y mantenerlo limpio porque es la base del cabello, sobre la que crecerá sano y fuerte. Un cuero cabelludo sucio puede favorecer la caída y la pérdida de densidad y de volumen.
Sobre el secado, los expertos recomiendan que no se debe frotar el pelo nunca cuando está mojado, ya que es mucho más sensible y propenso a la rotura, además la cutícula se abre y se encrespará. Lo ideal es utilizar una toalla de microfibra, y envolver el pelo para que vaya absorbiendo la humedad.
Sin embargo, si se utiliza secador, lo recomendable es sea siempre a temperatura media, pero antes es importante que la persona aplique un protector térmico para proteger el cabello del calor.
Para desenredarlo conviene hacerlo con la mascarilla o el acondicionador puestos, o aplicar después un acondicionador sin aclarado, así se evitará que se rompa.
Otro truco que ayuda a mantener la salud del cabello es cepillarlo también antes de lavarlo. Este método ayuda a que este no se enrede cuando está mojado, se deshagan nudos que podrían hacer difícil la penetración del champú y se facilite el posterior desenredado, teniendo en cuenta que cuando el cabello está mojado presenta mayor debilidad y, con ello, mayores posibilidades de que se quiebre.
De otro lado, Mayo Clinic también recomienda proteger el cabello de la luz del sol y de otras fuentes de luz ultravioleta, lo cual afecta las propiedades elásticas del cabello. Además, hacen que el cabello se reseque y la melanina se altere.
Asimismo, para cuidar y proteger el cabello y que este se vea natural los expertos recomiendan aplicar mascarillas para hidratarlo y reconstruirlo. Sin embargo, antes de hacerlo, es importante que la persona tenga claro si su cabello es seco o grasoso para poder saber qué mascarilla aplicar. Si no sabe, puede consultar un experto.
Finalmente, los expertos recomiendan evitar los tratamientos fuertes, como los rizadores calientes y las planchas para el cabello, pues estos aparatos deshidratan el pelo y lo adelgazan.