La vesícula biliar es un órgano que tiene una forma de pera y está ubicado debajo del hígado. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, este órgano tiene como función principal almacenar la bilis, un líquido producido por el hígado para digerir las grasas.
Normalmente, el proceso que hace la vesícula inicia cuando el estómago y el intestino digieren los alimentos y luego la vesícula libera bilis a través de un tubo denominado conducto biliar común. Dicho tubo conecta la vesícula biliar y el hígado con el intestino delgado.
Cuando este proceso se ve interrumpido, es probable que se causen problemas si algo obstruye el flujo de bilis por los conductos biliares. Esto suele ocurrir con los cálculos biliares, los cuales se forman cuando hay sustancias en la bilis que se endurecen. Esto comienza a ocasionar náuseas, vómitos o dolor en el abdomen, la espalda o debajo del brazo derecho.
Para mitigar el dolor causado por los cálculos biliares, que deben ser tratados por un especialista en salud, es importante adoptar una dieta saludable con alimentos ricos en agua y poco contenido de grasa. Por ello, el portal web Tua Saúde aconseja algunos alimentos ideales para tratar y mejorar el dolor que causan los cálculos en la vesícula:
- Frutas frescas: como manzana, pera, durazno, papaya, piña, sandía, fresas, mandarinas, naranjas, kiwi, higo, frambuesa, cereza, mora, melón.
- Vegetales en general: especialmente cocidos, ya que facilitan la digestión.
- Avena y cereales integrales: como la quinoa, cebada, arroz integral o pan integral.
- Tubérculos: como papa, yuca, ocumo, ñame y el camote.
- Leche y derivados descremados: como yogur descremado y quesos bajos en grasa (cottage y ricotta, por ejemplo) a tolerancia, ya que en algunas personas podrán causarle malestar.
- Bebidas vegetales: como leche de arroz, soya o avena.
- Carnes bajas den grasas: como pollo y pavo sin piel, pescados blancos y carnes rojas (cortes bajos en grasa).
- Bebidas: como agua, jugos naturales y mermeladas de fruta.
Cabe mencionar que además de consumir estos alimentos, es importante cocinarlos a la plancha o al vapor, porque estas son preparaciones culinarias en las que no se les adiciona grasas.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que no todos los alimentos son adecuados cuando se tienen cálculos biliares, por lo que es importante limitar el consumo de algunos, entre ellos los siguientes:
- Frutas: coco, aguacate y asaí porque son ricos en grasas.
- Leche y yogures enteros.
- Quesos ricos en grasa: como el parmesano, cheddar y queso azul.
- Mantequilla y cualquier otra grasa animal.
- Carnes grasas: como la de cerdo, de res, carne de pato, tocino o ganso;
- Embutidos: como jamón, salchichón, salchichas, mortadela, jamón serrano.
- Vísceras: como el hígado, corazón, riñón o tripas.
- Oleaginosas: como nueces, avellanas, almendras, marañón y cacahuate.
- Mantequillas: de cacahuate marañón o algún otro fruto seco.
- Pescados grasos: como el atún, el salmón, trucha salmonada y la sardina.
- Alimentos industrializados: como el chocolate, galletas, pasta de hojaldres, caldo de carne, salsas listas y mayonesa.
¿Cómo prevenir la aparición de cálculos biliares?
Rubén Santoyo Ayala, médico del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Jalisco explicó al portal web Cliki Salud, tres medidas para prevenir la aparición de cálculos biliares.
- No saltarse las comidas: se debe tratar de mantener las comidas habituales cada día, pues saltarse comidas o ayunar puede aumentar el riesgo de cálculos biliares.
- Perder peso lentamente: si se necesita bajar de peso, se debe ir despacio. La pérdida rápida de peso puede aumentar el riesgo de cálculos biliares, por lo que es bajar de 0.5 a 1 kilogramo a la semana.
- Mantener un peso saludable: esto se puede lograr reduciendo el número de calorías que se ingiere y aumentando la cantidad de actividad física que se realiza.