Los callos o callosidades son engrosamientos o endurecimientos que se forman en diversas áreas de la piel. Estos comúnmente aparecen en manos y pies, aunque también salen en los codos.
En el caso de los pies, pueden aparecer en diversas partes: sobre todo en los talones, en el lateral del dedo grande o del pequeño, encima de los dedos o en la planta del pie.
Los callos son algo molestos y al no recibir la atención que corresponde, se tornan cada vez más dolorosos. Por lo general, la piel en esa zona tiende a resecarse y descamarse.
¿Por qué salen callos en los pies?
El día a día, el uso de tacones, calcetines, la falta de humedad, la falta de exfoliación, el calzado demasiado ajustado y usado por muchas horas y la transpiración son factores que generan la aparición de callos.
Este engrosamiento de la piel es una medida protectora que genera el propio cuerpo (esto se observa particularmente en las manos), para evitar que se formen ampollas. Sin embargo, a la larga terminan por ser una afección dolorosa e incómoda.
Esto puede ocurrir cuando hay actividad física exigente, repetitiva y de alto impacto. Algunos estudios sobre el tema revelaron que “los deportistas tienen mayor riesgo de sufrir trastornos de la piel con lesiones hiperqueratósicas, como callos y endurecimientos”.
Otras investigaciones señalan que algunas deformidades podálicas adquiridas, por ejemplo el Hallux valgus (juanete), pueden estar relacionadas con el desarrollo de callosidades.
De igual modo, se ha determinado que cuando la piel, particularmente la del talón, tiene niveles significativamente más bajos de hidratación, aparecen callos y fisuras, mostrando menos elasticidad y mayor textura superficial.
Remedios caseros para los callos en los pies
La persona puede recurrir a diversos remedios caseros para mejorar o aliviar los callos en los pies, si tu dermatólogo así lo autoriza. Algunos más comunes son:
1. Piedra pómez
La piedra pómez es un tipo de roca de origen volcánica. Su densidad es tan baja que puede flotar en el agua. Por otra parte, debido a su textura, tradicionalmente se ha usado para exfoliar tanto la piel muerta como los callos
Según lo señalado en algunos estudios, la piedra pómez se considera efectiva en el tratamiento dermatológico para tratar lesiones hiperqueratósicas causadas por la fricción, ayudando a rebajar las callosidades.
Lo recomendable es, primero, sumergir los pies en agua tibia con sal durante algunos minutos. Luego, pasar la piedra pómez por el área afectada con los callos, haciendo movimientos circulares.
2. Sales de Epsom
Según creencias, un baño de pies con sales de Epsom o sulfato de magnesio, podría resultar útil a la hora de ablandar las callosidades. Para ello, debe tomar una cucharada de esta sustancia y diluirla en un litro y medio de agua caliente. Luego, cuando esté a una temperatura soportable, se pasa a un recipiente que permita poner los pies en remojo durante un rato.
3. Cebolla
Un remedio casero para los callos en los pies consiste en la aplicación de media cebolla durante toda una noche. Se considera que sus ácidos ayudarían a ablandar la piel callosa y así, al pasar luego la piedra pómez, se eliminaría más fácilmente.
Para obtener mejores resultados, la persona debe repetir la aplicación cada noche, justo antes de dormir. Para que la cebolla quede bien fijada en la zona, hay que colocarse calcetines.
4. Ajo
En lugar de aplicar media cebolla, puedes utilizar un ajo para el mismo fin, ya que se considera que sus ácidos y compuestos sulfurosos ayudarían a eliminar los callos y las durezas. Sin embargo, para que el efecto sea más potente, se prepara una mezcla con aceite de oliva.
En concreto, se combina un diente de ajo machacado con una cucharada colmada de aceite de oliva y se aplica sobre la zona afectada. Luego, se tapa con una gasa, venda o paño y se deja actuar toda la noche. Hay que repetir este procedimiento todos los días, hasta que el callo desaparezca.
Sobre la efectividad de este remedio casero para los callos de los pies, es importante señalar que el ajo cuenta con varias propiedades nutracéuticas estudiadas; sin embargo, pocas tienen que ver con la piel.
Asimismo, el aceite de oliva brinda diversos beneficios para la piel, pero en los estudios no señala que haya alguno específicamente relacionado con las callosidades.