Los callos y callosidades son capas duras y gruesas de piel. Según el portal especializado, Podoactiva, la piel de los pies cuenta con características diferentes a la del resto del cuerpo y su cuidado puede ser indispensable para evitar la proliferación de bacterias y hongos.

Cuando la piel de los pies intenta protegerse de la fricción y la presión, es cuando aparecen las incómodas callosidades, de acuerdo con Mayo Clinic. Lo anterior se da gracias a las células adiposas, las cuales hacen la piel más espesa para resistir el roce continuo al caminar.

Los callos son más pequeños que las callosidades y tienen un centro duro rodeado de piel inflamada. Estos suelen ser uno de los problemas que afectan la estética y salud de los pies. Estos provocan inseguridad y, tenerlos, limita a utilizar calzado abierto por la incomodidad y pena que estos pueden ocasionar.

En casos graves, este tipo de afección puede doler e incluso sangrar. Si estos síntomas están presentes, es necesario acudir a un especialista que recete el tratamiento adecuado, teniendo en cuenta las comorbilidades de cada persona.

Los callos se caracterizan por un aspecto amarillento y seco. También suelen desarrollarse en la parte de los pies que no soporta peso, como las puntas y los costados de los dedos e, incluso, entre los dedos.

Actualmente, existen múltiples formas con las que es posible aminorar los callos en los pies. Algunas de estas pueden ser dolorosas, costosas y requieren de una constante supervisión médica para evitar empeorar la afección.

De igual forma, se puede recurrir al uso de remedios naturales y caseros, con los que es posible aminorar las callosidades. Uno de los que sirven para este propósito, según UnCOMO, es el ajo, el cual, posee propiedades antifúngicas, por lo que pueden ser de ayuda para disminuir los hongos, la comezón y el agrietamiento.

Una de las formas de usar este ingrediente es mezclándolo con un poco de aceite de oliva. Los ingredientes necesarios son: cinco dientes de ajo, cinco cucharadas de aceite de oliva (80 g), una venda adhesiva y un par de medias.

Algunos tratamientos en casa pueden aportarle suavidad a los pies. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Preparación:

1. Pelar los dientes de ajo y triturarlos hasta que se forme una pasta.

2. Combinar el ajo con el aceite de oliva y dejar reposar la mezcla por dos horas.

3. Lavar los pies, aplicar el producto y fijarlo con una venda.

4. Poner en los pies los calcetines y dejar actuar durante la noche.

5. Repetir dos veces por semana.

Además de lo anterior, el portal MujerDe10 listó otra serie de remedios caseros con los que es posible aminorar los callos o callosidades en los pies y, en algunos casos, eliminar la afección.

  • Azúcar y miel: se debe derretir el azúcar a baño María, calentar la miel en un recipiente aparte, integrar tres cucharadas del azúcar derretido con la miel y aplicar en los talones. Dejar actuar 20 minutos, lavar con agua tibia, aplicar crema hidratante al terminar y ponerse unos calcetines.
  • Plátano y aguacate: para usar esta mascarilla basta con machacar aguacate y plátano hasta obtener una mezcla homogénea. Aplicar sobre los pies previamente limados para eliminar algunas impurezas. Dejar actuar por 30 minutos y enjuagar con agua caliente.