Los callos y las callosidades son capas duras y gruesas de piel que aparecen cuando la piel intenta protegerse de la fricción o la presión, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

No obstante, esta institución explica que los callos y las callosidades no son lo mismo, ya que:

  • Los callos son más pequeños y profundos que las callosidades y tienen un centro duro rodeado de piel inflamada. Pueden ser dolorosos cuando se ejerce presión sobre ellos. Los callos duros suelen formarse en la punta de los dedos de los pies o en el borde externo del dedo pequeño del pie. Los callos suaves tienden a formarse entre los dedos de los pies.
  • Las callosidades no suelen ser dolorosas y tienden a formarse en lugares en los que se ejerce presión, como los talones, la parte anterior de las plantas de los pies, las palmas de las manos y las rodillas. Pueden tener diferentes tamaños y formas, y con frecuencia son más grandes que los callos.

Asimismo, indicó que los callos y las callosidades ocurren por la fricción y la presión causadas por acciones repetitivas. Las siguientes son algunas causas de la fricción y la presión:

  • Usar zapatos y calcetines que no calzan bien. Los zapatos ajustados y los tacones altos pueden comprimir algunas zonas de los pies. Cuando el calzado queda flojo, el pie puede resbalarse varias veces y frotarse contra el zapato. El pie también puede frotarse contra una costura o una puntada que esté dentro del zapato. Los calcetines que no calzan bien también pueden ser un problema.
  • No usar calcetines. Usar zapatos y sandalias sin calcetines puede producir fricción en los pies.
  • Heredar la tendencia a desarrollar callos. El tipo de callo que se forma en áreas que no soportan peso, como las plantas de los pies y las palmas de las manos (queratosis punctata) puede tener causas genéticas.

Por ello, El Español reveló que unas de las formas para eliminar estas molestias es con piedra pómez. Solo se deben remojar los callos por 20 minutos y después frotar con la piedra.

Otra recomendación es poner tomate en la zona, cubrirla con un vendaje durante toda una noche y repetir varias noches.

La tercera sugerencia es poner durante toda una noche una rodaja de cebolla con limón y sal.

Finalmente, recomendó poner durante 20 minutos sobre los callos limón y ajo.

Por su parte, existen otras formas para prevenir los callos, las callosidades y la resequedad en los pies:

  • Utilizar zapatos que tengan amplio espacio para los dedos. Si no se pueden mover los dedos, los zapatos están muy ajustados. Es mejor comprar zapatos de una talla más.
  • Utilizar plantillas de venta libre. Utilizar una plantilla para proteger la zona donde apareció el callo o la callosidad. Tener cuidado al usar parches medicinales o líquidos de venta libre (sin receta) para quitar callos. Estos contienen ácido salicílico que puede irritar la piel sana y producir una infección, especialmente, en personas que padecen diabetes u otras enfermedades que reducen la circulación de la sangre.
Los talones agrietados pueden ser signo de alguna enfermedad. | Foto: Getty Images

No obstante, hay que señalar que si un callo se vuelve muy doloroso o se inflama es importante consultar a un médico para que este examine los pies y descarte otras causas del engrosamiento de la piel, tales como verrugas y quistes.