Los callos y callosidades son capas de piel engrosadas que por lo general son causadas por la repetitiva presión o fricción en el punto donde el callo o la callosidad se presenta, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Sin embargo, los callos y las callosidades no son lo mismo y por eso Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explicó la diferencia:
- Los callos son más pequeños y más profundos que las callosidades y tienen un centro duro rodeado de piel inflamada. Pueden ser dolorosos cuando se ejerce presión sobre ellos. Los callos duros suelen formarse en la punta de los dedos de los pies o en el borde externo del dedo pequeño del pie. Los callos suaves tienden a formarse entre los dedos de los pies.
- Las callosidades no suelen ser dolorosas y tienden a formarse en lugares en los que se ejerce presión, como los talones, la parte anterior de las plantas de los pies, las palmas de las manos y las rodillas. Pueden tener diferentes tamaños y formas, y con frecuencia son más grandes que los callos.
Por su parte, los hongos en los pies, denominados médicamente pie de atleta, son una infección fúngica que generalmente comienza entre los dedos del pie y suele presentarse en personas cuyos pies transpiran cuando se encuentran encerrados dentro del calzado ajustado, según la entidad sin ánimo de lucro.
Dicho lo anterior, el portal Medical News Today reveló algunos remedios caseros para eliminar los callos y los hongos:
1. Aceite de árbol de té: Este se puede mezclar con aceite de almendras y se aplica en los pies dos o tres veces al día.
2. Bicarbonato de sodio: Se debe mezclar un poco de agua con un poco de bicarbonato hasta crear una pasta que se debe aplicar en los callos y se deja actuar por 20 minutos y esto ayuda a eliminar la capa superficial.
3. Ajo: Se deben machacar un par de ajos. Después, se aplican en los pies y se envuelven en una gasa quirúrgica.
De otro lado, Mayo Clinic enumeró algunos consejos que pueden ayudar a evitar el pie de atleta o aliviar los síntomas si hay infección:
- Mantener los pies secos, especialmente entre los dedos. Estar descalzo para airear los pies todo lo que se pueda mientras se está en casa. Secar la zona entre los dedos luego de un baño o una ducha.
- Cambiarse las medias regularmente. Si los pies están muy transpirados, se deben cambiar las medias dos veces al día.
- Utilizar zapatos livianos y con ventilación. Evitar usar zapatos hechos con materiales sintéticos, como vinilo o goma.
- Utilizar zapatos que tengan amplio espacio para los dedos. Si no se pueden mover los dedos, los zapatos están muy ajustados y es mejor comprar zapatos de una talla más.
- Alternar los zapatos. No usar el mismo par de zapatos todos los días para que puedan secarse luego de que se usan.
- Utilizar plantillas de venta libre. Utilizar una plantilla para proteger la zona donde apareció el callo o la callosidad. Tener cuidado al usar parches medicinales o líquidos de venta libre (sin receta) para quitar callos. Estos contienen ácido salicílico que puede irritar la piel sana y producir una infección, especialmente, en personas que padecen diabetes u otras enfermedades que reducen la circulación de la sangre.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.