El cuerpo necesita energía para funcionar y la alimentación es la principal fuente a través de la cual la obtiene. Los alimentos aportan diferentes cantidades, pero es clave regularlas en el cuerpo para evitar que se presente sobrepeso.
Cuando el aporte calórico es mayor de lo que le cuerpo requiere, este almacena esa energía sobrante, principalmente en forma de grasa, por lo que si la persona reduce la ingesta calórica minimiza ese exceso para que no pase a acumularse en el cuerpo.
La energía llega al organismo a través de la oxidación de los alimentos que la persona ingiere, como grasas que están representadas en los aceites, embutidos y quesos curados; carbohidratos, que se encuentran en el pan, pasta, fruta y pastelería y, por último, las proteínas, que se hallan en la carne magra, pescado, huevos y lácteos frescos, explica una información de la compañía de salud Sanitas.
Las calorías de por sí no son malas, por el contrario, son necesarias para el cuerpo; el problema es cuando se ingieren más de las que el organismo necesita.
Un artículo publicado en el medio digital Business Insider indica que la maneras eficaz de perder peso es comer menos y hacer ejercicio, pues un exceso de calorías con frecuencia se traduce en un incremento de peso.
Ingerir altas cantidades de grasas y azúcares, sumado a malos hábitos y la falta de ejercicio frecuente son factores de riesgo para padecer obesidad. Por ello, es vital mantener una dieta equilibrada en la que se incluyan alimentos que contribuyan a mantener un buen peso y que la persona se sienta saludable.
Existen algunos trucos que pueden ayudar en el propósito de bajar las calorías de manera natural.
Beber agua
La recomendación de los expertos es beber entre dos y tres litros de agua, aunque no hay evidencias comprobadas. Por otro lado, según el portal Mejor con Salud, si la persona bebe un vaso de agua fría 15 minutos antes de comer, seguramente genere algo de saciedad y esto puede evitar que la persona coma en cantidad.
Consumir frutas y verduras
Adicionar muchas frutas y verduras a la dieta diaria tiene muchas ventajas para salud. Los nutricionistas indican que la cantidad aconsejada por día es cinco raciones entre ambos grupos.
Por ejemplo, a media mañana se puede consumir una manzana o una pera, en lugar de un pastel con crema. Las frutas y las verduras aportan vitaminas, minerales, fibra, agua y otros oligoelementos. Y en la gran mayoría de los casos, no son muy elevadas en calorías.
No fritar la comida
Freír la comida añade muchas calorías poco saludables y grasas saturadas a cualquier plato. En lugar de pollo o pescado frito, los especialistas recomiendan optar por alternativas a la la parrilla, asadas o cocidas. También es ideal evitar las papas a la francesa. Una porción de este alimento puede añadir casi 500 calorías a una comida. En lugar de eso se pueden consumir verduras, frutas o ensaladas.
Hacer ejercicio
El ejercicio es una de las mejores estrategias para bajar las calorías, debido a que el cuerpo, al mantenerse en movimiento, quemará lo que no necesita. Algunas de las formas de realizar actividad física es caminar más rápido, trotar, correr, andar en bicicleta o nadar.
Para que los efectos se noten en el corto plazo se debe realizar al menos 30 minutos de ejercicios por día, intercalando entre ellos para que los músculos no se acostumbren y se puedan trabajar varias partes del cuerpo.
No servir una segunda porción
Comer segundas porciones puede hacer que se acumulen calorías no deseadas, precisa la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos. Es fácil seguir llenando el plato cuando sirve comida al estilo familiar en la mesa. Lo ideal es servir el plato una vez y mantener los alimentos adicionales en la cocina. Si la persona no se siente satisfecha con lo que sirvió, puede adicionar una segunda porción de verduras, frutas o ensalada.
Evitar el alcohol
Reducir el consumo de alcohol es una manera fácil en la que muchas personas eliminan calorías. El alcohol no tiene ningún valor nutricional, así que cuando la persona lo bebe, está consumiendo calorías vacías, hasta 500 en el caso de algunas bebidas mezcladas preparadas con endulzantes a base de jarabe, jugos de fruta y helado o crema.