Los cálculos renales son depósitos duros que se forman en los riñones y están hechos de minerales y sales. Pueden desarrollarse por una mala alimentación, exceso de peso o por afecciones de salud. “En general, los cálculos se forman cuando la orina se concentra, lo que permite que los minerales se cristalicen y se unan”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, en algunos casos puede que el cálculo no cause síntomas, sino hasta que comience a moverse por el riñón o los uréteres.

Los síntomas de un cálculo renal incluyen:

  • Dolor extremo en la espalda o un costado que no desaparece.
  • Sangre en la orina.
  • Fiebre y escalofríos.
  • Orina con mal olor o con apariencia turbia.
  • Sensación de ardor al orinar.

¿Cómo prevenir cálculos renales?

Tomar agua

Mejor con Salud señala la importancia de mantenerse hidratado y moderar el consumo de sal en la dieta. Tomar agua es importante debido a que ayuda a diluir las sustancias que componen los cálculos. Respecto a la ingesta de sal, el sitio web indica que el sodio extra hace que el calcio se disminuya en la orina e incremente el riesgo de producir otro cálculo.

“Tomar suficiente líquido, sobre todo agua, es lo más importante que puede hacer para prevenir las piedras en los riñones. A menos que tenga insuficiencia renal, muchos profesionales de la salud recomiendan tomar de seis a ocho vasos de 8 onzas todos los días. Hable con un profesional de la salud sobre la cantidad de líquido que debe tomar”, recomiendan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).

Cuidado con las carnes y los huevos

El portal Mejor con Salud advierte sobre el consumo de fuentes de proteína animal. Explica que este tipo de alimentos incrementan la cantidad de ácido úrico en el cuerpo. “El exceso de proteína, además, reduce el nivel de citrato en la orina (...) el citrato previene la formación de cálculos renales”, detalla el sitio web.

“Considere la posibilidad de reemplazar algunas de las proteínas animales en su dieta típica con frijoles, guisantes secos, y lentejas. Estos son alimentos vegetales que tienen alto contenido de proteínas y bajo contenido de oxalato”, recomiendan los NIH.

Dieta Dash

Según indican los NIH diversas investigaciones muestran que la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertensión”, la cual traduce “enfoques dietéticos para detener la hipertensión”) puede ayudar a disminuir el riesgo de tener cálculos en los riñones.

Cabe resaltar que antes de empezar esta dieta se debe consultar con un doctor y un nutricionista para recibir la asesoría profesional adecuada y tener supervisión médica en caso de que sea una opción saludable, dependiendo el caso de cada persona.

Esta dieta incluye alimentos que son más ricos en potasio, calcio y magnesio y más baja en sal que la alimentación diaria típica. Medline Plus menciona que las metas de la dieta DASH son:

  • Reducir el sodio a no más de 2,300 mg por día. Lo ideal es consumir solo 1,500 mg.
  • Disminuir la grasa saturada hasta el 6 % y la grasa total al 27 % de las calorías diarias. Es importante incluir productos lácteos bajos en grasa, pues pueden ser una opción saludable para bajar la presión arterial sistólica.
  • Al elegir grasas, que sean saludables como el aceite de oliva y el aceite de canola.
  • Elegir los granos integrales antes que los productos de harina blanca o pasta.
  • Consumir frutas y verduras frescas todos los días.
  • Comer nueces, semillas o legumbres (frijoles o guisantes) todos los días.
  • Elegir cantidades moderadas de proteína.
  • Disminuir los carbohidratos a 55 % de las calorías diarias.
  • Obtener al menos 30 gramos de fibra diariamente.