En Alberta, Canadá, las autoridades están en alerta tras el aumento significativo de casos de equinococosis alveolar (‘Echinococcus multilocularis’, o EM), una enfermedad de la que poco se ha investigado, pero que es potencialmente mortal, provocada por un parásito ‘importado’ de Europa que crece en el hígado.

Un comunicado emitido por la Universidad de Alberta califica esta enfermedad como “una rara infección parasitaria importada de Europa que se sigue arraigando en Alberta. La provincia es ahora el punto de acceso de América del Norte para la equinococosis alveolar humana (EA), que toma la forma de un crecimiento en el hígado, causando complicaciones de salud graves y potencialmente mortales”.

Un estudio publicado en marzo de este año sobre los casos de EM en Alberta encontró 17 casos de esta enfermedad diagnosticados en la provincia entre 2013 y 2020. Se sabe que la enfermedad se puede encontrar en ciertas áreas de Europa y Asia, aunque es rara en humanos. Antes de la década de 2010, era prácticamente inexistente en América del Norte.

Por su parte, Stan Houston, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Alberta, quien ayudó a dirigir el estudio, explicó que “este parásito ahora se ha establecido ampliamente en la naturaleza en las praderas. Se ha encontrado en Saskatchewan y en B.C., pero Alberta ha tenido la mayoría de los casos de enfermedades humanas”.

En ese sentido agregó: “Hemos tenido en promedio más casos cada año. Ha habido una pausa desde la covid-19, pero sospecho que refleja una desaceleración en las pruebas durante la pandemia y que pronto veremos un aumento nuevamente “.

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Sobre la enfermedad, esta se contrae al consumir huevos microscópicos, al comer alimentos contaminados o al manipular animales infectados. Estos huevos pueden implantarse dentro de los órganos y desarrollarse en ellos.

Frente a los síntomas de la patología, la investigación de la universidad asegura que estos “pueden ser difíciles de detectar”. La investigación señala que “la infección suele tener un período de incubación de varios años antes de que el paciente comience a mostrar signos de enfermedad. Casi la mitad de los casos en Alberta se encontraron accidentalmente cuando el paciente estaba siendo examinado por una enfermedad diferente”.

“A menudo se detecta después de que una ecografía muestra anomalías en el hígado, seguida de una biopsia de investigación. Cuando se presentan síntomas, pueden incluir dolor no especificado, ictericia, debilidad y pérdida de peso, muchas de las mismas afecciones que podrían esperarse de un tumor canceroso en el hígado”, dice la investigación.

“En la mayoría de los casos, ese fue el primer pensamiento de la gente cuando vieron las imágenes, que era cáncer”, señaló Houston. “Los síntomas serían indistinguibles de muchas otras enfermedades del hígado, de ahí la necesidad de un diagnóstico de biopsia”, agregó.

¿Hay tratamiento para las personas que padecen de esta enfermedad?

Expertos señalan que si se detecta a tiempo, el tratamiento puede implicar una cirugía para extirpar la masa del hígado. “Debido a que el parásito inicialmente no presenta síntomas, a menudo puede crecer lentamente y cuando se detecta, alrededor de dos tercios de los pacientes estarán inoperables”, se lee en el comunicado.

Frente a estos casos, los medicamentos antiparasitarios de por vida son la única opción. Las drogas no matarán al parásito, pero evitarán que siga creciendo. Si no se trata, el parásito podría matar a la persona en un plazo de 10 a 15 años.