El cáncer de hígado es un tipo de cáncer que tiene su origen en las células hepáticas.

A pesar de que el hígado es un órgano único, se pueden formar diversos tipos de cáncer en este, y el más común es el carcinoma hepatocelular.

Otros tipos de cáncer de hígado, como el colangiocarcinoma y el hepatoblastoma son mucho menos comunes, según los expertos.

De acuerdo con Mayo Clinic, este es uno de los cánceres más difíciles de detectar en estadío temprano porque tiende a no presentar síntomas ni signos en las primeras etapas.

No obstante, cuando existen estos signos de alerta, pueden incluir los siguientes:

  • Pérdida de peso sin causa aparente
  • Pérdida de apetito
  • Dolor en la parte alta del abdomen
  • Náuseas y vómitos
  • Debilidad y fatiga general
  • Hinchazón abdominal
  • Decoloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos (ictericia)
  • Heces blancas o blanquecinas
Consumir diariamente y durante muchos años alcohol puede llevar a un daño hepático irreversible y aumentar el riesgo de padecer cáncer de hígado. | Foto: Foto: Getty Images.

La entidad afirma que con cualquiera de estos síntomas es recomendable que las personas acudan a su médico de cabecera para poder descartar un tipo de cáncer.

Ante un diagnóstico positivo de cáncer de hígado surge el interrogante de qué lo genera. Pues bien, este tipo de cáncer tiene lugar cuando las células hepáticas desarrollan mutaciones en su ADN.

El ADN de una célula es el material que lleva las instrucciones de cada proceso químico que se da en el organismo.

Por eso, los cambios en este material dan paso a cambios en esas instrucciones, resultando en el crecimiento descontrolado de las células y la formación de tumores.

Y aunque cualquier persona puede desarrollar un cáncer de hígado, hay algunas que tienen mayor probabilidad.

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer cáncer primario de hígado, según Mayo Clinic, son:

  • Infección crónica por el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C. La infección crónica por estos virus aumenta el riesgo de padecer cáncer de hígado.
  • Cirrosis. Esta afección progresiva e irreversible hace que se forme tejido cicatricial en el hígado y aumenta las probabilidades.
  • Ciertas enfermedades hepáticas hereditarias. Algunas enfermedades hepáticas pueden aumentar el riesgo, como la hemocromatosis y la enfermedad de Wilson.
  • Diabetes. Las personas con este trastorno tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de hígado.
  • Enfermedad del hígado graso no alcohólico. Una acumulación de grasa en el hígado aumenta el riesgo de padecer cáncer.
  • Exposición a aflatoxinas. Las aflatoxinas son venenos producidos por mohos que crecen en cultivos mal almacenados. Los cultivos, como los granos y las nueces, pueden contaminarse con aflatoxinas, que pueden terminar en los alimentos elaborados con estos productos.
  • Consumo excesivo de alcohol. Consumir diariamente y durante muchos años alcohol puede llevar a un daño hepático irreversible y aumentar el riesgo de padecer cáncer de hígado.

Entre las recomendaciones de los expertos para prevenir la aparición de un cáncer de hígado están algunas como beber alcohol con moderación y mantener un peso saludable.

Estas dos últimas ayudan a prevenir el riesgo de cirrosis, que es la cicatrización del hígado y aumenta el riesgo de cáncer.

Asimismo, lo ideal para evitar un cáncer en este órgano es vacunarse contra la hepatitis B, prevenir la hepatitis C y buscar tratamiento para estas infecciones cuando se tienen.