Aunque hay varios tipos de cáncer que pueden afectar la boca, como el cáncer de boca o el de garganta, el cáncer de lengua es una de las patologías más agresivas de la cavidad bucal y del sistema estomatognático (órganos que permiten comer, hablar, pronunciar, masticar, deglutir y sonreír).
De acuerdo con la Revista Colombiana de Cancerología, se estima que en el país se diagnostican anualmente cerca de 1.500 casos nuevos de cáncer de boca, y cerca de 500 personas fallecen al año por esta enfermedad.
Según la Clínica Mayo, el cáncer de lengua comienza en las células escamosas, planas y delgadas que revisten la superficie de este órgano, y el tipo de células involucradas en este cáncer ayuda a determinar el pronóstico y tratamiento.
¿Por qué se da?
A pesar de que no se sabe con exactitud qué causa las mutaciones en las células escamosas que provocan estos tipos de cáncer, los médicos han identificado algunos factores que podrían aumentar el riesgo de cáncer de boca o lengua, entre ellos se incluyen:
- El consumo de cualquier tipo de tabaco, incluidos cigarrillos, cigarros, pipas, tabaco de mascar y rapé.
- El consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
- La exposición excesiva al sol en los labios.
- Un virus de transmisión sexual llamado virus del papiloma humano (VPH).
- Un sistema inmunitario debilitado.
¿Cómo se detecta?
De acuerdo con María Rosa Buenahora, patóloga oral, epidemióloga, magíster en Ciencias Odontológicas y decana de la Facultad de Odontología de la Universidad, para la detección temprana de cáncer oral es clave tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Tanto el paciente como el odontólogo se deben preocupar por realizar un examen clínico regular, que incluya la valoración de cadenas ganglionares, así como una evaluación clínica intraoral minucioso de todas las zonas de la boca, especialmente la lengua en su parte dorsal, ventral, lateral y la base de esta.
- Estar informado sobre los antecedentes familiares relacionados con esta patología.
- Conocer los hábitos que pueden estar relacionados con la enfermedad y que tiene el paciente que pueden desencadenar esta patología.
- La existencia de lesiones que se consideran precancerosas y que han sido clasificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Estas lesiones pueden manifestarse como una placa blanca (leucoplasia) o una lesión roja (eritroplasia), que no se asocian con ningún tipo de trauma o enfermedad sistémica. Para esto, el odontólogo debe considerar tomar una biopsia que ayude a confirmar o no un diagnóstico temprano de cáncer oral.
“El cáncer de lengua en sus estadios más tempranos es asintomático, cuando ya se encuentra avanzado puede generar dolor por compromiso de estructuras nerviosas. En muchas ocasiones el paciente presenta dificultad para hablar y deglutir por pérdida de movilidad de la lengua”, afirma Buenahora.
Asimismo, la localización, los síntomas que presente, el tiempo de evolución que haya tenido y la manifestación clínica, entre otras características muy específicas, ayudan a los profesionales a diferenciar el cáncer de lengua de otras patologías que podrían confundirse.
El tratamiento para el cáncer de lengua, normalmente, implica una cirugía para extraer el tumor. También se recomienda la quimioterapia, la radioterapia y la terapia con medicamentos dirigido, refiere la Clínica Mayo.
En el proceso de diagnóstico, el odontólogo tratante tiene un rol fundamental, ya que conoce los factores de riesgo y la apariencia clínica de la patología, además de tener la competencia para remitir la biopsia a un patólogo oral.
Este último es el encargado de hacer un estudio hisopatológico, así como de solicitar imágenes diagnósticas que le ayuden a confirmar el dictamen, evaluar la extensión del cáncer y el nivel de compromiso que puedan tener otras estructuras tras una posible infiltración de la lesión.
Una vez comprobado el diagnóstico, se deberá hacer la remisión al cirujano maxilofacial u oncólogo de cabeza y cuello para el manejo del paciente.