A pesar de que el cáncer de ojo es una afección poco común, es importante prestarle atención a las situaciones que lo pueden desencadenar, porque puede llegar afecta distintas partes del ojo como los nervios, los músculos, los párpados y en gran medida, el globo ocular.
De acuerdo con el portal web Medline Plus, los cánceres intraoculares más comunes en adultos son el melanoma y el linfoma. En los niños, el cáncer de ojo más frecuente es el retinoblastoma, que comienza en las células de la retina. Como tal, el melanoma es muy difícil de identificar, porque no genera signos o síntomas tempranos que pueda alertar.
Sin embargo, existen casos en los que se pueden presentar distintos síntomas que pueden alertar. Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, detalla algunos de ellos:
- Sensación de destellos o motas de polvo en la visión.
- Mancha oscura creciente en el iris.
- Cambios en la forma del círculo oscuro (pupila) en el centro del ojo.
- Visión pobre o borrosa en un ojo.
- Pérdida de la visión periférica.
Ante estos síntomas es importante acudir de inmediato al médico para determinar la causa y el tratamiento a seguir. A pesar de que los médicos no saben con exactitud qué causa el melanoma ocular, algunos expertos conocen que este cáncer ocular se produce cuando aparecen errores en el ADN de las células oculares sanas.
Específicamente, los errores en el ADN le indican a las células que crezcan y se multipliquen de forma descontrolada, de manera que las células con mutación siguen viviendo cuando normalmente morirían, según indica Mayo Clinic.
Ahora bien, los factores de riesgo son múltiples, entre ellos se encuentran la edad, los trastornos hereditarios de la piel, la exposición a luz ultravioleta, ciertas mutaciones genéticas, el color claro de los ojos y tener tez blanca.
¿Cómo se diagnostica y se trata el cáncer de ojo?
De acuerdo con la American Cancer Society, cuando dichos síntomas se hacen presentes, por lo general, el especialista en salud puede ordenar exámenes como:
- Ecografía: se coloca un pequeño dispositivo contra el párpado o el globo ocular y este comienza a emitir ondas de sonido y recoge el eco que rebota desde los tejidos.
- Angiografía: en este examen se coloca un tinte (contraste) en la sangre a través de una vena del brazo. Se toman imágenes de la parte de atrás del ojo usando una luz especial que hace que el tinte brille.
- Radiografía de tórax: esto se hace con el fin conocer si el cáncer se ha propagado a los pulmones.
- Biopsia: se toma una pequeña cantidad de tejido para ver si hay células cancerosas.
Una vez se haya diagnosticado la enfermedad, el tratamiento dependerá del tipo de cáncer de ojo y la etapa en la que esté. Pero por lo general, la radioterapia es el principal tratamiento para la mayoría de las personas, pero se pueden usar otros como tratamiento láser, cirugía, quimioterapia o medicamentos.
Como tal, la radioterapia usa rayos de alta energía (como rayos X) para eliminar las células cancerosas y existen diferentes maneras de administrar los tratamientos con radiación. Una de ellas se suministra colocando semillas pequeñas de radiación en el globo ocular cerca del tumor y a esto se le llama braquiterapia o terapia con placas. La otra se puede dirigir hacia el ojo desde una máquina externa al cuerpo y esto también se llama radiación de haz externo.