El páncreas es una glándula que se encuentra localizada detrás del estómago y por delante de la columna vertebral. Esta produce jugos que ayudan a descomponer los alimentos y hormonas que permiten controlar los niveles de azúcar en sangre.
Por lo general, cuando surgen cambios o alteraciones en estas funciones, suelen surgir graves problemas de salud que deben ser tratados a tiempo.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, Medline Plus, la alteración de la salud de esta glándula puede ocasionar problemas como la pancreatitis o inflamación del páncreas, la fibrosis quística y el cáncer de páncreas. Esta última enfermedad se distingue por dos tipos de cáncer según el tipo de células infectadas, uno es el cáncer de páncreas exocrino, que se trata del subtipo de cáncer de páncreas que aparece con más frecuencia y en la mayoría de los casos, se desarrolla a partir de las células que producen las enzimas digestivas.
El otro es el tumor endocrino pancreático o neuroendocrino, que afecta a las células de los islotes de Langerhans que producen hormonas y las liberan directamente en la sangre. Este se puede diferenciar entre distintos subtipos en función del tipo de célula que afecten.
Hasta el momento se desconocen las causas que provocan el cáncer de páncreas, pero la mayoría de sus tipos se consideran esporádicos, de forma que los casos de cáncer de páncreas hereditario son menos frecuentes.
Cabe mencionar que la mayoría de personas que desarrollan este cáncer tienen más de 45 años. De hecho, el 90 % tiene más de 55 años y el 70 % tiene más de 65 años.
Cuando se diagnostica el cáncer de páncreas, los médicos especialistas en colaboración con los nutricionistas deben intentar minimizar los efectos negativos que sufre el estado nutricional debido a los tratamientos y a la propia enfermedad. De esta manera, la revista Mejor con Salud, da a conocer algunas indicaciones con respecto a la salud que ayudan a tratar esta afección:
Agua y bebidas saludable
Como tal, algunos tratamientos para manejar el cáncer de páncreas pueden generar deshidratación, por lo que es primordial asegurar un óptimo consumo de agua diario; mínimo de 3,7 litros en el caso de los hombres y 2,7 litros en el caso de las mujeres.
Asimismo, “se recomienda ingerir líquidos una hora antes y una hora después de cada comida principal. Las bebidas con electrolitos y nutrientes son una buena elección. Además, conviene evitar al máximo las que contengan cafeína y alcohol”.
Consumir comidas pequeñas
Cuando se padece esta enfermedad, el páncreas reduce su capacidad de colaborar en el proceso digestivo, por lo que hay que procurar minimizar la carga que recibe con las comidas. De hecho, una publicación realizada en PearlPoint Nutrition Services destaca que hacer comidas pequeñas también ayuda a disminuir efectos secundarios del tratamiento contra el cáncer, como las náuseas.
Consumir proteína
Según la revista en mención, “los alimentos que contienen proteínas de alto valor biológico son esenciales para mantener la salud muscular y el peso. Este macronutriente colabora en la reparación de las células dañadas y, de paso, favorece las defensas del cuerpo”. Del mismo modo, una investigación compartida en Clinical Nutrition determinó que mejorar la ingesta de proteínas en la dieta ayuda a reducir el pronóstico de los pacientes con cáncer de páncreas avanzado que reciben quimioterapia. Estos son algunos alimentos recomendados:
- pollo
- pavo
- pescado
- huevos
- frutos secos
- yogur y queso
Alimentos integrales
Este tipo de alimentos cumplen una doble función en la dieta de los pacientes con cáncer de páncreas, pues su aporte de fibra dietética colabora con el proceso de digestión y, por otro lado, sus hidratos de carbono complejos ayudan a mantener un buen nivel de energía. A continuación, la revista en mención lista algunos productos recomendados:
- pasta integral
- cebada
- mijo