El páncreas es un órgano glandular localizado en el abdomen. Dentro de sus funciones está producir los jugos pancreáticos, que contienen enzimas que ayudan a la digestión, y elabora varias hormonas, entre ellas, la insulina, que se encarga de regular el azúcar en la sangre. Este órgano está rodeado por el estómago y los intestinos, entre otros.
El Instituto Nacional del Cáncer indica que este cáncer a veces se presenta en las células exocrinas del páncreas, que elaboran los jugos digestivos, o en las endocrinas, que elaboran las hormonas. Alrededor del 95 % de esta enfermedad comienza en las exocrinas.
De acuerdo con los expertos, es posible que al principio este padecimiento no cause ninguna señal, lo que dificulta su detección. A medida que el cáncer avanza, es posible que se presenten los siguientes síntomas:
- Ictericia (color amarillento de la piel y el blanco de los ojos).
- Materia fecal de color claro.
- Orina de color oscuro.
- Dolor en la parte superior o media del abdomen y la espalda.
- Pérdida de peso sin razón conocida.
- Pérdida de apetito.
- Fatiga.
Es posible que otras afecciones que no son cáncer de páncreas causen estas mismas señales y por ello es importante consultar con el médico para determinar la causa y recibir tratamiento de ser necesario, acorde con la condición de salud.
Principales factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo para el desarrollo de esta afección incluyen los siguientes, según el instituto de investigación Mayo Clinic.
- Fumar.
- Padecer de diabetes tipo 2.
- Inflamación crónica del páncreas, que se conoce como pancreatitis.
- Antecedentes familiares de cambios en el ADN que pueden aumentar el riesgo de cáncer. Estos síndromes incluyen cambios en el gen BRCA2, el síndrome de Lynch y el síndrome de melanoma familiar con múltiples lunares atípicos.
- Antecedentes familiares de cáncer de páncreas.
- Obesidad.
- Edad avanzada. La mayoría de las personas con cáncer de páncreas tienen más de 65 años.
- Consumir gran cantidad de bebidas alcohólicas.
Los especialistas aseguran que para reducir los riesgos de padecer esta enfermedad se debe dejar de fumar si la persona ya tiene ese hábito o no empezar a hacerlo.
De igual forma, es clave mantener un peso saludable con la ingesta de una alimentación equilibrada y la práctica regular de ejercicio la mayoría de los días de la semana. Una de las recomendaciones es aumentar lentamente la cantidad de ejercicio que se realiza. La dieta debe incluir verduras, frutas y cereales integrales, con porciones más pequeñas.
Posibles complicaciones
Cuando una persona padece cáncer de páncreas, a medida que la enfermedad avanza puede causar complicaciones como las siguientes:
- Pérdida de peso. Las personas con cáncer de páncreas pueden perder peso, ya que el cáncer consume más energía del cuerpo. Las náuseas y los vómitos que causan los tratamientos contra el cáncer o el cáncer que presiona el estómago pueden dificultar la ingesta de alimentos.
- Ictericia. Este tipo de cáncer bloquea el conducto biliar del hígado y puede causar ictericia. Los signos son coloración amarillenta de la piel y de la parte blanca de los ojos. La ictericia puede causar orina de color oscuro y heces de color pálido.
- Dolor. Un tumor en crecimiento puede presionar los nervios del abdomen, y causar dolor que en muchas ocasiones es intenso. Los analgésicos pueden ayudar a sentirse más cómodo. Los tratamientos, como la radiación y la quimioterapia, podrían ayudar a hacer más lento el crecimiento del tumor y proporcionar algún alivio del dolor.
- Obstrucción intestinal. El cáncer de páncreas puede crecer o presionar el duodeno, que es la primera porción del intestino delgado. Es posible que esto bloquee el flujo de alimentos digeridos del estómago a los intestinos. En este caso, el especialista puede sugerir la colocación de una sonda, llamada stent, en el intestino delgado para mantenerlo abierto.
Referencias:
Mayo Clinic
Instituto Nacional del Cáncer
American Society of Clinical Oncology