Muchos hombres con cáncer de próstata de bajo riesgo que deben asumir una vigilancia activa experimentan estrés y ansiedad por su condición. La vigilancia activa se refiere a la supervisión minuciosa del cáncer. Por lo general, esto incluye una visita cada seis meses al médico para llevar a cabo una prueba de sangre con el fin de detectar el antígeno prostático específico y otro examen mediante tacto rectal por lo menos una vez al año, destacó el portal Cancer.org

En este sentido, un estudio publicado en The Journal of Urology demostró que el ejercicio, en este caso, el entrenamiento en intervalos de alta intensidad, puede ayudar a que los hombres que deben cumplir con dicha supervisión controlen sus emociones.

En la investigación, 52 hombres en vigilancia activa del cáncer de próstata completaron cuestionarios sobre su miedo a la progresión de la enfermedad, la calidad de vida y la salud emocional. La mitad de los hombres que hicieron la encuesta también realizaron 12 semanas de entrenamiento de intervalos de alta intensidad supervisado, mientras que la otra mitad no lo hizo.

Los pacientes se ejercitaron en una caminadora tres veces por semana, alternando períodos de caminata moderada con trote de alta intensidad de cinco a ocho veces durante una sesión de 30 minutos. Los participantes que hicieron ejercicio durante este periodo de tiempo informaron que tuvieron una mejora significativa en relación a la ansiedad, el estrés y la autoestima.

Un texto del Harvard Health Publishing indicó que los investigadores encontraron que “el ejercicio regular hacía que los hombres sintieran que estaban haciendo algo para evitar que su cáncer progresara”. Además, completar un programa desafiante de actividad física también podría haber aumentado la autoestima y fortalecido el cuerpo de los pacientes para tolerar mejor el estrés.

El cáncer de próstata es el más frecuente entre los hombres, salvo por el cáncer de piel. Se estima que en el mundo hay cerca de 1,2 millones de personas que sufren de este tipo de enfermedad.

“Muchos cánceres de próstata crecen lentamente y permanecen limitados a la glándula prostática, en donde pueden no causar daño grave. Pero, si bien algunos tipos de cáncer de próstata crecen lentamente y pueden necesitar un tratamiento mínimo o no necesitar ningún tratamiento, otros tipos son agresivos y se pueden diseminar con rapidez. El cáncer de próstata que se detecta en forma temprana, cuando todavía está limitado a la glándula prostática, tiene mejores probabilidades de tener un tratamiento exitoso”, indicó Mayo Clinic.

Cerca del 60% de los casos de este cáncer se diagnostican en personas de 65 años o más y rara vez ocurre antes de los 40 años.