De acuerdo con la Organización Mundial para la Salud (OMS), el cáncer es la principal causa de muerte en el mundo, siendo el de pulmón, mama, colon y recto los más relevantes.

Entre los factores que más inciden en el desarrollo de cáncer están: el consumo de tabaco, de alcohol, alimentos de baja calidad y poca actividad física.

Es válido mencionar que prevenir el cáncer en su totalidad no es posible, pero sí se pueden disminuir las probabilidades de que las células malas se multipliquen de manera irregular, ya que aspectos genéticos, alimenticios y/o actividades no saludables influyen en su aparición.

Aunque los signos de esta enfermedad dependen del tipo de cáncer que se desarrolle, existen algunos comunes como las náuseas, la fatiga y la pérdida de peso, entre otros.

Tal y como se indicó anteriormente, algunos hábitos influyen en aumentar o no el desarrollo de cáncer. Por esto, la Clínica Mayo revela algunos de ellos:

  • No fumar: este mal hábito es una de las indicaciones más regulares que hacen los médicos a sus pacientes porque perjudica de gran manera al cuerpo, no solo por el posible desarrollo de un cáncer de pulmón, sino por el deterioro que ocasiona.
  • El sedentarismo: se aconseja hacer ejercicio de manera frecuente porque a través de él, el cuerpo puede verse beneficiado no solo en su estado físico sino mental, reduciendo las probabilidades de cáncer.

Teniendo en cuenta esta enfermedad, el portal Qué! recomienda el consumo de licuado de pepino, apio, col y limón para prevenir las células cancerígenas. Su preparación es sencilla, se agregan los ingredientes a la licuadora, el limón tiene que ir con cáscara, y al finalizar el proceso, se puede beber hasta tres veces al día.

Cáncer de mama: seis factores que aumentan el riesgo

1. Inactividad física. Las mujeres que no hacen ejercicio tienen un mayor riesgo de tener cáncer de mama.

2. Sobrepeso u obesidad. Las mujeres mayores con sobrepeso u obesidad son más susceptibles a padecer esta enfermedad que quienes manejan un peso saludable.

3. Tomar hormonas. Algunas formas de terapia de remplazo hormonal (aquellas que incluyen tanto estrógeno como progesterona) que se toman durante la menopausia pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama si se toman por más de cinco años. Ciertos anticonceptivos orales también incrementan los riesgos.

4. Historial reproductivo. Quedar embarazada por primera vez después de los 30 años de edad, no amamantando y nunca tener un embarazo que llegue a término puede aumentar las probabilidades de desarrollar este padecimiento.

5. Tomar alcohol. Los CDC se refieren a estudios que muestran que el riesgo de la mujer de tener cáncer de mama aumenta cuanto mayor sea la cantidad de alcohol que ingiera.

6. Fumar. El consumo de cigarrillo es otro factor de riesgo al que se le debe prestar atención.

Para prevenir el cáncer de mama es importante alimentarse bien y cuidar lo que se come. Incluir frutas y verduras al menos cinco veces al día, no solo fortalece el sistema inmune, sino que también ayuda a disminuir al probabilidad de padecer esta enfermedad.

De acuerdo con Carmen Haro, nutricionista de Fresh Garden e integrante de la Sociedad Latinoamericana de Nutrición, la cantidad de alimentos que las personas consumen es tan importante como la variedad, ya que no existe una sola fruta o verdura que contenga todos los nutrientes que el cuerpo necesita para mantenerse saludable, por lo que agregar a la dieta diversidad de las mismas es determinante para cuidar la salud y evitar el desarrollo no solo de esta enfermedad sino de otros padecimientos crónicos.