Según el Instituto Nacional del Cáncer, esa enfermedad provoca que algunas células del cuerpo se multipliquen sin control alguno. Es posible que esa patología se origine en cualquier parte del organismo, pues las células se forman y se multiplican a medida que el cuerpo lo necesita, pero cuando estas envejecen, se dañan o mueren, son reemplazadas por las nuevas.
En algunas ocasiones el proceso no sigue su curso habitual y las células anormales o células dañadas se multiplican cuando no deberían. Estos átomos pueden formar lo que se conoce como tumores, los cuales pueden ser benignos o malignos.
Los tumores malignos o cancerosos invaden algunos tejidos e incluso pueden trasladarse hasta otras partes del cuerpo formando otros tumores, lo que se conoce como metástasis y en una fase avanzada de cualquier tipo de cáncer que incluso puede poner en riesgo la vida de quien la padece.
Un informe publicado en el año 2018 por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud mencionó que uno de cada cinco hombres tendría algún tumor a lo largo de su vida y de esos uno de cada ocho hombres tendría probabilidades altas de perder la vida por causa de la enfermedad.
Un equipo de investigadores, liderados por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), explicó por qué los hombres tienen más probabilidades de ser diagnosticados con cáncer. En el estudio participaron 9.000 pacientes y gracias a este se descubrió que la pérdida de ciertos genes en el cromosoma Y, presente solo en hombres, puede aumentar el riesgo de desarrollar dicha patología.
La investigación muestra que el riesgo en los hombres aumenta cuando se pierden las funciones de seis genes clave que se encargan de regular el ciclo celular y si fallan pueden hacer que se desencadene el desarrollo de uno o varios tumores.
“Las personas con pérdida del cromosoma Y tenían tres veces más riesgo de desarrollar un cáncer que la población sana en general”, destacó Juan Ramón González, coordinador del estudio y jefe del grupo de bioinformática en epidemiología genética de ISGlobal. Y añadió “en algunos tipos de cáncer, como el de pulmón, “el riesgo atribuible a la pérdida del cromosoma Y era similar al riesgo que tienen los fumadores de padecer esta enfermedad”.
En medio de esta investigación fueron analizados 25 tumores que posteriormente fueron comparados con tejido sano y también tumorales, lo que reveló que “el riesgo era enorme, hasta ocho veces mayor de desarrollar cáncer si había pérdida del cromosoma Y. En algunos tumores, como el de pulmón y riñón, el riesgo era hasta 30 veces más alto”, según puntualizó el investigador.
El cromosoma Y se puede perder producto del envejecimiento, pero también por fumar o estar expuesto a humo de segunda mano; además, los investigadores mencionan que la polución en el medio ambiente también puede incluir.
Conocer as diferencias biológicas entre los hombres y las mujeres son clave para brindar tratamientos personalizados que permitan diagnosticar determinadas enfermedades a tiempo.
“Ahora si hay sospecha de que una persona puede tener cáncer colorrectal se realiza un análisis de heces para buscar sangre oculta, pero puede dar muchos falsos positivos y llevar a realizar pruebas invasivas y caras, que pueden no ser inocuas, como la colonoscopia”, apunta González. “Utilizando la desregulación de estos seis genes en el cromosoma Y como biomarcador, podríamos detectar precozmente por ejemplo un adenocarcinoma”.
Además, los investigadores evidenciaron que la pérdida de funcionalidad de estos genes también pueden aumentar riesgo de que los hombres padezcan de Alzheimer.
“Es un hallazgo muy importante, hemos identificado genes que dejan de funcionar en dos enfermedades sumamente prevalentes en la sociedad, como son el cáncer y el Alzheimer”, finalizó González.