Una dieta balanceada es importante para el funcionamiento óptimo del cuerpo humano, especialmente si se tiene cáncer. Una alimentación sana es fundamental para tener energía y defensas altas contra infecciones, sobre todo cuando se va a iniciar el tratamiento.
“Una alimentación saludable también puede evitar que el tejido corporal se rompa y se produzca nuevos tejidos. Las personas que se alimentan bien pueden tolerar mejor los efectos secundarios del tratamiento. Además, usted hasta podría tolerar altas dosis de ciertos medicamentos. De hecho, sabemos que algunos tratamientos contra el cáncer realmente funcionan mejor si el paciente está bien nutrido, y consume suficientes calorías y proteína”, detalla la Sociedad Americana de Cáncer.
Al momento de recibir el diagnóstico de cáncer es recomendable consultar a un nutricionista para adquirir un plan de comidas que tengan en cuenta las necesidades nutricionales de la persona enferma. Una dieta que ayude a preservar fuerzas para lo que conlleva el tratamiento.
“La dieta puede tener un impacto sobre el riesgo de desarrollar varios tipos de cánceres. Usted puede reducir su riesgo general siguiendo una dieta saludable que incluya muchas frutas, vegetales y granos enteros”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Prevención
De acuerdo con el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, el cáncer no es una enfermedad única, sino que consiste en un grupo de enfermedades relacionadas. “Muchas cosas en nuestros genes, nuestro estilo de vida y el medio ambiente que nos rodea aumentan o disminuyen el riesgo de presentar cáncer”, agrega.
El Instituto Americano de Investigación sobre el Cáncer señala algunas recomendaciones para tener en cuenta sobre la prevención de esta enfermedad:
- Mantenerse en un peso saludable.
- Ejercitarse regularmente al menos media hora diariamente.
- Evitar el consumo de bebidas azucaradas.
- Reducir el consumo de productos densos en calorías.
- Disminuir la ingesta de bebidas alcohólicas.
- Disminuir el consumo de sal y alimentos procesados con sal.
- No ingerir suplementos para la prevención del cáncer.
La Organización Mundial de la Salud brinda algunos consejos que pueden ayudar a disminuir el riesgo de padecer cáncer:
- No consumir tabaco.
- Mantener un peso saludable.
- Tener una dieta balanceada.
- Ejercitarse regularmente.
- Evitar o moderar el consumo de alcohol.
- Vacunarse contra el papilomavirus humano y la hepatitis B.
Tipos de cáncer
El cáncer es la principal causa de muerte en todo el mundo. Esta enfermedad crónica se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo. Estas “se multiplican cuando el cuerpo las necesita, y mueren cuando se dañan o cuando el cuerpo ya no las necesita. El cáncer se presenta cuando el material genético de una célula cambia. Eso provoca que las células crezcan fuera de control. Las células se dividen demasiado rápido y no mueren de la manera normal”, detalla Medline Plus.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, en el 2020 los más comunes, respecto a nuevos casos, fueron:
- Cáncer de mama (2,26 millones de casos).
- Cáncer de pulmón (2,21 millones de casos).
- Cáncer de colon rectal (1,93 millones de casos).
- Cáncer de próstata (1,41 millones de casos).
- Cáncer de piel (distinto del melanoma) (1,20 millones de casos).
- Cáncer gástrico (1,09 millones de casos).
Cáncer de mama
Este es el tipo de cáncer más común. Puede iniciar en diferentes partes de la mama: lobulillos, conductos o tejido conectivo. La mayoría suele desarrollarse en los primeros o segundos.
Aunque no hay métodos que garanticen que no se padezca de algún tipo de cáncer, amamantar según Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, puede contribuir a la prevención de este tipo de cáncer. Dependiendo del tiempo que se amamante, mayor puede ser la protección contra la enfermedad.