El cáncer es una enfermedad que puede causar graves afectaciones a la salud, especialmente cuando no es diagnosticada a tiempo y no se realiza un tratamiento.
“En la actualidad se pueden evitar entre el 30 % y el 50 % de los casos de cáncer reduciendo los factores de riesgo y aplicando estrategias preventivas basadas en la evidencia. Además, esta carga se puede reducir mediante la detección precoz y la atención y el tratamiento adecuados de los pacientes. Si se diagnostican a tiempo y se tratan adecuadamente, las probabilidades de curación de muchos tipos de cáncer son elevadas”, detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Dependiendo del tipo de cáncer y en la etapa en que se encuentre, los médicos pueden recomendar diferentes formas de tratamiento, que son: cirugía, inmunoterapia, pruebas de biomarcadores, quimioterapia, radioterapia, terapia dirigida, terapia fotodinámica, terapia de hipertermia, terapia hormonal, entre otras.
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos explica que el cáncer y los tratamientos para esta enfermedad pueden causar en las personas diferentes efectos secundarios. Es importante que el paciente o la persona que lo acompaña notifique al médico cuando los observe o sospeche de ellos.
Estos efectos son:
- Anemia.
- Caída del pelo (alopecia).
- Cambios en la piel y en las uñas.
- Cuestiones de fecundidad en los hombres.
- Cuestiones de fecundidad en las mujeres.
- Delirio.
- Diarrea.
- Dolor.
- Edema.
- Estreñimiento.
- Falta de apetito.
- Fatiga.
- Inmunoterapia e inflamación de órganos.
- Infección y neutropenia.
- Linfedema.
- Náuseas y vómitos.
- Problemas de los nervios (neuropatía periférica).
- Problemas de memoria o de concentración.
- Problemas en la boca y en la garganta.
- Problemas para dormir.
- Problemas de salud sexual en hombres.
- Problemas de salud sexual en mujeres.
- Problemas urinarios y de vejiga.
- Sangrado y moretones (trombocitopenia).
- Síntomas pseudogripales.
¿Qué es el cáncer metastásico?
El cáncer puede originarse en cualquier parte del cuerpo humano. Asimismo, puede expandirse o diseminarse a varios órganos.
“El cáncer metastásico se llama igual que el cáncer primario. Por ejemplo, el cáncer de seno (mama) que se diseminó al pulmón se llama cáncer de seno metastásico, no cáncer de pulmón. El tratamiento es para el cáncer de seno en estadio IV, no para el cáncer de pulmón”, detallan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Sitios comunes a donde se puede diseminar un tipo de cáncer:
- Colon: hígado, peritoneo, pulmón.
- Estómago: hígado, peritoneo, pulmón.
- Melanoma: encéfalo (cerebro), hígado, hueso, músculo, piel, pulmón.
- Ovario: hígado, peritoneo, pulmón.
- Páncreas: hígado, peritoneo, pulmón.
- Próstata: glándula suprarrenal, hígado, hueso, pulmón.
- Pulmón: encéfalo (cerebro), glándula suprarrenal, hueso, hígado, otro pulmón.
- Recto: hígado, peritoneo, pulmón.
- Riñón: encéfalo (cerebro), glándula suprarrenal, hueso, hígado, pulmón.
- Seno (mama): encéfalo (cerebro), hígado, hueso, pulmón.
- Tiroides: hígado, hueso, pulmón.
- Útero: hígado, hueso, peritoneo, pulmón, vagina.
- Vejiga: hígado, hueso, pulmón.
Posibles síntomas
Algunos tipos de cáncer solo presentan síntomas cuando están avanzados. Por eso es importante realizar chequeos médicos periódicamente. El Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos explica algunos de los síntomas que el cáncer puede causar. Cabe resaltar que se debe consultar a un doctor para que sea él quien realice un diagnóstico profesional.
Cambios en los senos
- Sentir un bulto o algo sólido en el seno o bajo el brazo.
- Cambios o descargas en los pezones.
- Piel roja, escamosa, sumida o con hoyos y que da comezón.
Cambios en la vejiga
- Dificultad para orinar.
- Dolor al orinar.
- Sangre en la orina.
Hemorragia o moretones sin una razón aparente
Cambios en el intestino
- Sangre en el excremento.
Tos o ronquera que no desaparece
Problemas al comer
- Dolor después de comer (acidez o indigestión que no desaparecen).
- Problemas al deglutir.
- Dolor de estómago.
- Náuseas y vómitos.
- Cambios de apetito.
Cansancio grave y que dura tiempo
Fiebre o sudores nocturnos sin ninguna razón
Cambios en la boca
- Un parche blanco o rojo en la lengua o en la boca.
- Hemorragia, dolor o entumecimiento en los labios o en la boca.
Problemas neurológicos
- Dolores de cabeza.
- Convulsiones.
- Cambios en la vista.
- Cambios en la audición.
- Parálisis facial.
Cambios de la piel
- Un bulto de color carne que sangra o que se vuelve escamoso.
- Un nuevo lunar o un cambio en un lunar ya existente.
- Una irritación que no sana.
- Ictericia (volverse amarillos la piel o el blanco de los ojos).
Hinchazón o bultos
- En cualquier parte como el cuello, las axilas, el estómago y las ingles.