Anualmente, millones de personas en el mundo son diagnosticadas con cáncer y millones más mueren a causa de esta enfermedad. El panorama está lejos de cambiar y podría agudizarse: un informe de la Sociedad Americana contra el Cáncer estima que, para 2050, el número de pacientes con este padecimiento podría aumentar un 77 por ciento.
En 2022, el año más reciente del que se dispone de datos, se identificaron unos 20 millones de casos de cáncer y se produjeron 9,7 millones de muertes. El oncólogo Andrés Cardona, director de Investigación y Educación del Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo (CTIC), conoce bien esta realidad.
En diálogo con SEMANA, Cardona detalla el avance de dicha enfermedad, los esfuerzos de la comunidad científica que desarrolla y perfecciona varias vacunas para tratarla y cómo Colombia será sede, la próxima semana, de un importante encuentro que traerá al país a 40 de los mejores oncólogos del mundo.
SEMANA: ¿Cómo explicar que cada vez sean más los casos de personas menores de 50 años diagnosticadas con cáncer?
Andrés Cardona: El cáncer es una enfermedad que tiene una relación con la senectud. Eso significa que el envejecimiento progresivo de la población y los cambios en la pirámide poblacional han impactado el crecimiento del cáncer. Entonces, es una enfermedad del envejecimiento, de los cambios que ocurren por errores repetitivos a nivel del genoma, de las células, y eso hace que los cambios que ocurren con el envejecimiento promuevan mucho más el desarrollo de la enfermedad. A eso se suma la exposición a químicos, polución, los cambios dietarios, sedentarismo, obesidad. Y en algunos tumores en específico estamos viendo más pacientes jóvenes. La incidencia se ha ido moviendo hacia la izquierda por cuenta de la presión inducida por los cambios epigenéticos (modificaciones genéticas que afectan la actividad genética sin cambiar la secuencia del ADN). Por ejemplo, cuantos más niños y jóvenes obesos haya, mayor probabilidad de cáncer gástrico o de colon.
SEMANA: Lo que prevé la Organización Mundial de la Salud es que los casos pueden crecer más del 70 por ciento en solo dos décadas...
A.C.: Es muy probable que en el futuro la humanidad se vaya a morir de cáncer si no se presenta ningún otro factor dominante adverso. En los países desarrollados, el cáncer es la primera causa de muerte, y en la gran mayoría de países con ingresos medios y altos ha crecido de forma progresiva y ha ido reemplazando a la enfermedad cardiovascular y cerebrovascular, que se encontraba tradicionalmente en el primer lugar.
SEMANA: ¿Cómo se encuentra Colombia en términos de incidencia y detección de la enfermedad?
A.C.: Normalmente, lo que vemos son alrededor de 118.000 casos nuevos en proyección. La estadística a partir de la cual sacamos la incidencia y la mortalidad y se calcula la prevalencia, que es la totalidad de personas que tienen cáncer en la actualidad, se hace con unas proyecciones que se llaman registros poblacionales. El de Cali funciona muy bien, y tenemos otros registros en Manizales, Bucaramanga, Pasto, Barranquilla. Estos han empezado ya a publicar su información en la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, y lo que sabemos a partir de esas proyecciones es que tenemos unos 118.000 casos nuevos por año y la mortalidad es prácticamente la mitad, unos 57.000 casos por año.
SEMANA: ¿Cuáles son los tipos de cáncer de más prevalencia en el país?
A.C.: Si vemos a las mujeres, el más frecuente es el cáncer de seno, unos 18.000 casos nuevos por año y representa una incidencia del 15 por ciento de todos los tumores. El primer tipo de cáncer que afecta a los hombres es el de próstata, con unos 16.000 casos nuevos por año. Después siguen los de colon y recto y el cáncer gástrico, que han crecido entre quienes llevan una mala alimentación o una dieta rica en carnes rojas y grasas saturadas y embutidos; y también el de pulmón.
SEMANA: ¿Qué tan tarde se está detectando el cáncer en el país?
A.C.: Es una pregunta compleja, porque el cáncer es muchas enfermedades en una. En general, los programas de cribado o tamizaje no son muy funcionales, especialmente en los casos de cáncer de seno, de próstata, de colon o de pulmón. En nuestro entorno tenemos muchas limitaciones debido al acceso a las pruebas. En las zonas rurales, muchas mujeres se hacen la citología, pero no regresan por el resultado. Entonces, no hay conexión entre el acceso y hacer un diagnóstico efectivo y acceder a opciones terapéuticas. Falta mucho en tamizaje y no estamos en el mejor de los escenarios. Es preocupante que la cantidad de pacientes sea cada vez mayor.
SEMANA: En materia de especialistas, ¿Colombia está preparada para la alta demanda de pacientes?
A.C.: La verdad es que somos pocos los especialistas en oncología y en especialidades anexas. El país tiene cerca de 250 oncólogos, hay un déficit muy significativo. Durante años, el entrenamiento de la especialidad estuvo circunscrito a pocas instituciones, y a nivel de radioterapeutas la cifra solo llega a unos 90, lo mismo de oncólogos pediatras y de cirujanos. Son pocos los que pueden hacer cirugías oncológicas y esa es una de las grandes limitaciones.
SEMANA: ¿La crisis actual que vive el sistema de salud ha acrecentado aún más las dificultades para la atención de la enfermedad?
A.C.: Sin duda, ya lo estamos viendo. El acceso que tenían muchos pacientes crónicos de cáncer y con enfermedades de alto costo que estaban recibiendo tratamientos y con buena periodicidad ha entrado en una disfunción progresiva. Cada vez hay más lentitud en la entrega de medicamentos, menos acceso a los procedimientos.
SEMANA: Recientemente, el mundo ha conocido sobre vacunas para distintos tipos de cáncer. ¿Qué tan cerca está la humanidad de producirlas para tratar esta enfermedad?
A.C.: El mundo lleva investigando para desarrollar vacunas desde hace unos 30 años, con diferentes tasas de éxito. Se trata de vacunas terapéuticas. La gran mayoría se ha desarrollado con base en el ADN y el ARN, que es el principio de las vacunas de covid-19, con estímulos a través de antígenos tumorales específicos para algunos de los tumores. Especialmente, en aquellos en los cuales hay mayor posibilidad de identificar el daño genético. Después de la pandemia, las investigaciones se han acelerado y han pasado de la fase II a la fase III, que busca efectividad y seguridad, de cuatro fases clínicas en total. Se están usando en cánceres en los que la inmunoterapia ha mostrado un mayor beneficio: melanoma, cáncer de pulmón, de vejiga, de cabeza y cuello.
SEMANA: ¿Qué otras alternativas terapéuticas están abriendo la esperanza para los pacientes de cáncer?
A.C.: La enfermedad ha cambiado mucho en los últimos 15 años. El cáncer es sobre lo que más se investiga en el planeta, que es cerca de un 56 por ciento. Se han investigado alternativas que han transformado el tratamiento de la enfermedad, como la inmunoterapia y la terapia blanco dirigido, que bloquean los tumores, tratamientos que se están aplicando en Colombia.
SEMANA: ¿Qué puede adelantar sobre el Encuentro Iberoamericano de Cáncer de Mama – EIBOMA, este encuentro que reunirá a expertos de cáncer internacionales en Bogotá?
A.C.: Es un encuentro iberoamericano sobre cáncer de seno, que se realizará del 27 al 29 de junio. Llegan al país 30 de los investigadores más importantes para hablar de los mayores avances y actualizaciones sobre la enfermedad y se reunirán en el Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer.