El cáncer es una enfermedad que se presenta cuando las células se multiplican sin control y se diseminan a los tejidos que las rodean, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Además, explicó que otros cambios genéticos que causan cáncer se producen por:
- Daños en el ácido desoxirribonucleico (ADN) por sustancias perjudiciales en el medio ambiente, como las sustancias químicas en el humo del tabaco y los rayos ultravioleta del sol.
- Se pasan por herencia de padres a hijos.
Adicional, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los signos y síntomas causados por el cáncer varían según la parte del cuerpo afectada y algunos son:
- Fatiga.
- Bulto o zona de engrosamiento que puede palparse debajo de la piel.
- Cambios de peso, como aumentos o pérdidas de peso no intencionales.
- Cambios en la piel, como pigmentación amarillenta, oscurecimiento o enrojecimiento de la piel, llagas que no se curan o cambios en los lunares existentes.
- Cambios en los hábitos de evacuación de la vejiga o los intestinos.
- Tos persistente o dificultad para respirar.
- Dificultad para tragar.
- Ronquera.
- Indigestión persistente o malestar después de comer.
- Dolor muscular o articular persistente, sin causa aparente.
- Fiebre o sudoraciones nocturnas persistentes, sin causa aparente.
- Sangrado o hematomas sin causa aparente.
Por tal razón, el portal SaberVivirTv reveló siete recomendaciones alimenticias para evitar la enfermedad:
1. Evitar la carne roja: En octubre de 2015 la Agencia para la investigación del Cáncer (IARC), el órgano de la Organización Mundial de la Salud (OMS) especializado en cáncer, emitió un informe donde el consumo de carne roja fue clasificado como “probablemente cancerígeno para los seres humanos”.
2. Evitar el azúcar: “El azúcar es el principal factor de riesgo de cáncer del que no somos conscientes que lo estamos consumiendo”, le dijo al portal el doctor Malumbres, dentro de un debate organizado por Fundación la Caixa.
3. Aumentar el consumo de frutas y verduras: Según la Organización Mundial de la Salud, al día se deben consumir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas.
4. Reducir el consumo de grasas: Menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas. Además, la OMS sugirió reducir la ingesta de grasas saturadas a menos del 10 % de la ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1 %.
5. Dejar de fumar: El humo del tabaco contiene más de 60 sustancias químicas conocidas que causan cáncer y miles de otras sustancias nocivas.
6. Reducir el consumo de alcohol y hacerlo con moderación: Para los adultos sanos, esto significa una copa por día, para las mujeres, de todas las edades, y para los hombres, mayores de 65 años. Y hasta dos copas por día, para los hombres menores de 65 años.
7. Reducir el consumo de sal: Menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
Por su parte, otras recomendaciones son:
- Incrementar la actividad física: La Organización Mundial de la Salud (OMS), sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
- Proteger la piel del sol: Se debe elegir un producto para el cuidado de la piel con un factor de protección solar (SPF), pues la American Academy of Dermatology (Academia Estadounidense de Dermatología) recomienda usar un protector solar de amplio espectro con SPF de 30 o más.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.