De acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el azúcar en la sangre, también llamada glucosa, es el azúcar principal que se encuentra en el torrente sanguíneo y proviene de los alimentos que se consumen, además, es la principal fuente de energía.
Asimismo, por lo general, las personas consumen más azúcar de lo que se cree, pues muchos alimentos la contienen de una forma secreta y esto puede aumentar el riesgo de padecer diabetes tipo 2, una enfermedad crónica (de larga duración) que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía.
El colesterol es una sustancia cerosa que se encuentra en la sangre y el cuerpo lo necesita para formar células sanas, según expertos del centro de investigación Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, Medline Plus, señaló que hay muchos tipos de colesterol y los siguientes son los más nombrados:
- Colesterol total: todos los colesteroles combinados.
- Lipoproteína de baja densidad (colesterol LDL): con frecuencia llamado colesterol “malo”.
- No-HDL: Este número es el colesterol total menos el colesterol bueno (HDL). El colesterol no-HDL incluye el colesterol malo (LDL) y otros tipos de colesterol, como la lipoproteína de muy baja densidad (VLDL).
Para combatir los aspectos mencionados, la comunidad médica recomienda llevar una alimentación saludable en la que la ingesta de vitaminas y proteínas sea la prioridad. En esta línea, el portal Canal Diabetes señala que la canela, por contener un compuesto llamado metil-hidroxi-chalcona, reduce los niveles de azúcar en la sangre.
Asimismo, la canela ayuda a eliminar las grasas perjudiciales del organismo, por lo que disminuye considerablemente el colesterol malo. Las mejores maneras de consumir canela es en polvo o en infusiones.
Cinco síntomas poco conocidos de la diabetes
Alteración en la visión
Aunque esta enfermedad altera los fluidos corporales, entre estos la visión, algunos diabéticos, antes de ser diagnosticados, pueden ver bien y por eso dejan de usar gafas. No obstante, una vez la glucosa está regulada van a necesitarlas de nuevo.
Sin embargo, ello no se debe a una retinopatía diabética, una enfermedad que genera la obstrucción de los vasos sanguíneos de la parte trasera de los ojos.
Irritaciones cutáneas
Si la persona empieza a notar picor o irritación en la piel, debe establecer si se debe al clima u otros factores o, de lo contrario, deberá adelantar un análisis de sangre para ver los niveles de glucosa.
El portal Econcejos destaca que la diabetes alcanza a la circulación de la sangre y por ello las extremidades son las más propensas a la irritación.
Ronquidos
Los ronquidos pueden ser síntomas de muchas enfermedades, entre estas la diabetes. Por lo tanto, las personas experimentan intervalos respiratorios, debido al relajamiento de los músculos, encogiendo las vías respiratorias.
Así mismo, debido a los ronquidos, se termina perjudicando la entrada de aire en los pulmones, generando que se detenga el metabolismo de la glucosa.
Cuero cabelludo o caspa
Cuando hay demasiada azúcar en la sangre, el organismo trata de liberarla a través de la orina, pero, si se elimina demasiada, algunas partes del cuerpo se deshidratan, lo que genera escamas en el cuero cabelludo y caspa (dermatitis seborreica).
Problemas de audición
Si la persona empieza a ver que necesita aumentar el volumen del televisor o de la radio, ello es una alarma de que puede estar padeciendo diabetes, pues está perdiendo paulatinamente audición.
De hecho, algunas investigaciones señalan que, aquellas personas que tiene más azúcar en la sangre, corre un mayor riesgo de tener daños auditivos que otras, debido a que la elevada glucosa provoca daños en los vasos sanguíneos y en los nervios del oído interno.