Un gigantesco asteroide de casi dos kilómetros de diámetro, es decir, cuatro veces el tamaño del Empire State Building, -rascacielos situado en Nueva York- se acercará a la Tierra este viernes 27 de mayo.

Se trata del asteroide 7335 (1989 JA), el más grande que se acercará a la Tierra este 2022 y los científicos estiman que viaja a aproximadamente 76.000 km/h (47.200 metros por segundo). Además, se acercará como máximo a 4 millones de kilómetros.

No obstante, desde el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (Cneos) de la Nasa enviaron un mensaje de tranquilidad, a pesar de haber sido catalogado como “potencialmente peligroso”, teniendo en cuenta que su gran tamaño podría producir catastróficos daños en la Tierra.

Los expertos consideran que se trata de una magnífica oportunidad para que los científicos aprendan sobre estos objetos que se acercan a la Tierra y que los astrónomos, así como los curiosos, puedan disfrutar de un espectáculo único.

De hecho, mientras se acerca a la Tierra esta roca espacial, el proyecto del Telescopio Virtual, un esfuerzo de astronomía educativa y de investigación que acostumbra a compartir imágenes de objetos que pasan cerca a la Tierra, captó una imagen de este asteroide.

En la instantánea se aprecia con nitidez el asteroide 7335 (1989 JA) como un punto concreto sobre una lluvia de estrellas.

“El asteroide #1989JA está en este momento en su brillo máximo, pero aún se acerca de manera segura. Lo capturamos”, indicaron desde la cuenta en Twitter Telescopio Virtual.

“Algo extraño está sucediendo en el universo”

La Nasa, por medio de un comunicado de prensa, aseguró recientemente que “algo extraño está sucediendo” en el universo conocido, según datos recopilados por el telescopio espacial Hubble; incluso, se ha hablado del hallazgo de una “nueva física” que estaría interviniendo directamente en la velocidad de expansión del cosmos.

De acuerdo con la agencia espacial estadounidense, “la búsqueda de la tasa de expansión del universo comenzó en la década de 1920 con mediciones realizadas por los astrónomos Edwin P. Hubble y Georges Lemaître. En 1998, esto condujo al descubrimiento de la “energía oscura”, una misteriosa fuerza repulsiva que acelera la expansión del universo”.

Sin embargo, en los últimos años, la ayuda del Hubble hizo que los científicos descubrieran que existe una discrepancia importante entre la tasa de expansión medida en el universo local (actualmente) y los datos obtenidos de forma independiente “justo después del Big Bang, que predicen un valor de expansión diferente”; en pocas palabras, el universo ha cambiado su velocidad de expansión en relación con los datos que dejó la huella de la “súper explosión”.

Ahora bien, aunque “la causa de esta discrepancia sigue siendo un misterio”, lo cierto es que los expertos saben que hay algo extraño que está sucediendo, pues se están registrando datos nunca antes vistos por la Nasa.

“Los datos del Hubble, que abarcan una variedad de objetos cósmicos que sirven como marcadores de distancia, respaldan la idea de que algo extraño está sucediendo, posiblemente relacionado con una nueva física”, explica la agencia espacial.