El cuidado del hígado es fundamental para que varias de las tareas que se realizan en el interior del cuerpo se den de la mejor manera. Este órgano, de gran tamaño, devenga atención y mantenimiento, pues de no ser así puede inflamarse al punto de generar enfermedades hepáticas.
Limpiar y purificar el hígado hace que se pueda tratar cuando se acumula una cantidad excesiva de grasa, más conocida como la enfermedad del hígado graso. La Biblioteca Nacional de Medicina (NIH, por su siglas en inglés) a través del portal web MedlinePlus, dice que el hígado puede adquirir grasa por el alto consumo de alcohol, pero también existen otros efectos como:
- Hígado graso simple: hay grasa en el hígado, pero poca o ninguna inflamación o daño en las células del hígado.
- Esteatosis hepática no alcohólica: existe inflamación y daños en las células del hígado, y grasa. La inflamación y el daño de las células del hígado pueden causar fibrosis o cicatrización del hígado. La esteatosis puede causar cirrosis o cáncer de hígado.
Por su parte, el portal web UnCÓMO consigna que hay alternativas naturales para tratar el hígado graso, las cuales, con el pasar del tiempo, plantas como el cardo mariano se han convertido en el aliado perfecto para contrarrestar enfermedades hepáticas, ya que tiene propiedades antioxidantes y depurativas.
El cardo mariano tiene silimarina y está integrado por flavonoides como silibina, silidianina y silicristina, los cuales se encargan de fortalecer las células del hígado y de reducir la absorción de toxinas, así se lee en el citado portal.
Sumado a esto, esta planta regula el flujo de bilis -líquido producido y expulsado por el hígado- contribuyendo a que se pierda la grasa que contiene el órgano del sistema digestivo y a su vez se absorben toxinas. Expertos en salud señalan que el cardo mariano actúa en contra de afecciones como la esteatosis hepática y la cirrosis, además, eleva la actividad hepática.
¿Cómo consumir el cardo mariano para contribuir al hígado graso?
El hígado juega un papel fundamental en el organismo, por ello, tratar sus enfermedades es algo que se debe hacer lo más rápido posible.
El cardo mariano es una opción para contrarrestar algunos efectos que producen las enfermedades hepáticas, sin embargo, UnCÓMO advierte que consumir las semillas de esta planta de forma directa no es la mejor opción.
Con el avance tecnológico y científico, esta planta se ha incorporado a cápsulas y suplementos alimenticios, pero también suele ingerirse a través de infusiones. No obstante, es necesario recalcar que sea cual sea la manera como una persona decide consumir este producto natural, debe tener en cuenta no abusar de su cantidad. Se recomienda consultar con especialistas sobre la correcta ingesta del cardo mariano, sobre todo si es adquirida por medio de cápsulas o suplementos.
Por otro lado, si se desea consumir esta planta en una infusión, el citado portal explica que se debe tomar entre dos o tres tazas por día durante tres semanas consecutivas.
Para preparar la dosis de una taza de infusión de cardo marino se recomienda usar una taza y media de agua hervida; luego de esto, agregar una cucharada de hojas y flores de la planta natural; después, tapar y dejar reposar durante diez minutos; para terminar, se debe colar y beber el agua filtrada.
Por lo general, el cardo marino no presenta efectos secundarios, UnCÓMO menciona que es una planta muy suave y en la mayoría de las personas no ha generado problemas, excepto que presenten alguna alergia o intolerancia en particular. Algunos de los síntomas leves que pueden generar el consumo de cardo mariano es dolor de cabeza y nauseas.