Cuando se destruye el esmalte dental, la capa dura que se encuentra ubicada en la zona externa de los dientes, se produce la caries dental, un problema de salud que puede aparecer en cualquier edad.
El portal MouthHealthy de la Asociación Dental Americana explica que “la placa, una película pegajosa de bacterias, se forma constantemente en los dientes. Cuando se comen o beben alimentos que contienen azúcares, las bacterias de la placa producen ácidos que atacan el esmalte dental. La gran adherencia de la placa mantiene estos ácidos en contacto con los dientes y, con el tiempo, el esmalte puede descomponerse”, momento en el que se forma la caries.
Este es un problema que suele presentarse entre los niños, no obstante, los cambios propios del envejecimiento provocan que sea algo que le que compete a todos, sin importar la edad. La asociación de profesionales de la salud dental destaca que la recesión de las encías de los dientes, unida a un aumento de la incidencia de la enfermedad de las encías, puede llegar a exponer la raíz del diente a la placa. “Las raíces de los dientes están cubiertas por cemento, un tejido más suave que el esmalte. Son vulnerables a la caries y más sensibles al contacto y al calor y el frío. Es habitual que las personas mayores de 50 años tengan caries en las raíces de los dientes”, señala.
La asociación agrega que los adultos mayores también tienden a sufrir de caries en los empastes dentales, pues este problema dental comienza a formarse en los márgenes que los rodean. Explica que en este caso lo que sucede es que con el paso de los años estos empastes se pueden debilitar y tienden a sufrir fracturas, filtrándose alrededor de las aristas. Así es como las bacterias se acumulan en estas grietas diminutas y aumenta la presencia de los ácidos que generan la caries.
La Asociación Dental Americana destaca una serie de consejos que pueden contribuir en la prevenir la caries dental, los cuales son descritos a continuación: Cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta dentífrica fluorada, limpiarse entre los dientes a diario con seda dental o un limpiador interdental, preparar comidas nutritivas y equilibradas y limitar las comidas entre horas, consultar con el dentista de cabecera sobre el uso de flúor suplementario –que fortalece los dientes–, y sobre la utilización de selladores dentales –un revestimiento protector de plástico– aplicados a las superficies de mordida de los dientes posteriores –donde suele comenzar la caries– para protegerlos de este problema y visitar al dentista con una frecuencia prudente para realizar limpiezas profesionales y exámenes bucales.
A la par de estos valiosos consejos, también hay alternativas naturales que pueden servir para eludir la aparición de la caries, un ejemplo de ello es el aceite de romero. Se trata de una planta que ha sido tradicionalmente utilizada como condimento, pero pocos saben de las propiedades medicinales que posee para la salud.
Hoy por hoy el romero también está incluido entre los ingredientes de los cosméticos, se utiliza con fines médicos y en la gastronomía da un toque especial a las comidas. El romero es originario del Mediterráneo y algunos países asiáticos, pero en la actualidad es cultivado en diferentes partes del mundo, gracias a los atributos que contiene como sus propiedades antibacterianas y bactericidas.
Estas dos propiedades evitan la aparición de la caries y cuidan la salud bucal en general, mediante el uso del aceite de romero, una variedad de esta planta. El modo de empleo de este producto es muy sencillo: solo se necesitan mezclar 20 gotas de aceite de romero con 250 mililitros de agua destilada para realizar enjuagues bucales a diario. Es prudente consultar con el odontólogo previo a su uso.