Las carillas dentales se han convertido en los últimos cinco años en uno de los procedimientos de mayor demanda en cuanto a odontología estética en Colombia, pues permiten mejorar el aspecto de los dientes de manera rápida, poco invasiva y eficaz.
Se trata de finas láminas de porcelana o de resina que se adhieren a la cara visible del diente para mejorar su aspecto exterior. Justamente, debido a su finalidad estética, dichas láminas se colocan en los dientes frontales por ser los más visibles cuando sonreímos.
El objetivo es darles un aspecto más armónico, pues la carilla permite mejorar el color, la forma, el tamaño y la posición de los dientes, además de esconder eficazmente patologías bucales diversas que están en los dientes originales.
Para algunas personas, por ejemplo, las manchas superficiales no responden bien a los blanqueamientos dentales. En estas situaciones, una carilla de porcelana puede ser también la mejor opción.
Estas carillas, además, se fabrican a la medida y necesidad de cada paciente con el fin de que los dientes luzcan con la mayor naturalidad posible al ser colocados junto al resto de dientes. Esto es posible gracias a que los odontólogos se apoyan en imágenes en 3D para obtener una muestra virtual de la boca de cada persona.
Andrés Felipe Libreros Zorrilla, odontólogo especialista en estética y rehabilitación oral, explica que si bien este procedimiento mejora la autoestima de quienes por años se han sentido mal por no lucir una buena dentadura, es conveniente asegurarse de que quien realice el tratamiento sea un profesional idóneo para evitar consecuencias en el futuro, entre ellas y la más grave, la pérdida de los dientes.
De acuerdo con el especialista de la Universidad Autónoma de Manizales, no todas las personas son aptas para hacerse un implante de carillas dentales. “No se les puede hacer diseño de sonrisa a personas con maloclusión, es decir, que tengan una mala mordida. Tampoco aquellos que tienen una enfermedad periodontal, es decir, que padezcan problemas de encías o pérdidas de hueso, o que sufran de periodontitis”.
Lo aconsejable, asegura también, es que solo se practique a partir de los 18 años, porque en algunos casos antes de esa edad no se ha dado la formación radicular completa de la persona. En otras palabras, “cuando ya el diente está maduro y ya completó su formación”, explica.
Otro aspecto para tener en cuenta es que el uso de las carillas requiere de un mantenimiento periódico hecho por un especialista. “Si las carillas se hacen en resina, el mantenimiento debe hacerse cada cuatro meses, y si es en porcelana, cada seis. La idea es pulir de nuevo las superficies que han sufrido desgaste o degradación por cambios térmicos”, aclara el odontólogo.
Aunque son más costosas, el experto recomienda las carillas de cerámica “porque este material no se mancha y es más resistente a las fracturas”, dice. Además, su vida útil puede llegar hasta los 15 años si el paciente es juicioso en su cuidado, su aseo bucal y su dieta. Otros estudios sugieren que estas carillas pueden llegar a durar entre 25 o 30 años. Las de resina pueden durar, en promedio, unos cinco años.
Sin embargo, no son pocos los especialistas que alertan sobre el uso indiscriminado de este procedimiento, al que acuden miles solo por un tema estético. No obstante, gracias a los avances y a las últimas tecnologías en odontología estética, las carillas dentales no dañan los dientes. “Eso depende de la escuela de cada odontólogo. Hay algunos que desgastan previamente los dientes naturales, en alguna medida, para colocar las resinas, pero otros no. Pero sí es posible colocarlas sin desgastar el esmalte dental. Lo que se busca hoy en día es que los dientes no solo sean bonitos, sino también funcionales”, sostiene Libreros.
Lo importante, en todo caso, es que los pacientes acudan a un profesional idóneo y certificado en la materia para evitar riesgos en la salud. “Porque en el gremio se han visto casos de personas que van donde colegas que no tienen la experiencia necesaria, simplemente van a un curso y al día siguiente están en el consultorio poniendo carillas. En este tipo de procedimiento, como en cualquier otro relacionado con la salud, se deben seguir unos protocolos estrictos y hacer un análisis previo del paciente para saber si es apto o no; no es ponerlas por el puro gusto del paciente”, asegura el experto.
En los casos más extremos, explica el odontólogo caleño, “si esa carilla compromete la raíz del diente y queda desadaptada, la pieza dental se puede perder. En otros casos, la persona puede terminar con la necesidad de hacerse tratamientos de conducto o coronas; también con problemas periodontales (inflamación de las encías), problemas endodónticos (pérdida de hueso) y con aparición de caries, que puede llevar con el paso del tiempo a una fractura dental. De ahí la importancia de no ponérselas en cualquier lado”.
Mejora de la autoestima
En su consultorio, Andrés Libreros ha visto toda suerte de casos. Unos más sorprendentes que otros. “Recuerdo un muchacho de unos 25 años que llegó hace poco con caries, lesiones endodónticas, coronas desadaptadas, mala preparación dental de tratamientos anteriores. Una mezcla de descuido personal y malos tratamientos. En estos casos, las carillas le devuelven la autoestima a quien lleva años sintiéndose mal por no poder sonreír a gusto”.
Es que una buena sonrisa, enfatiza este odontólogo, le devuelve a la gente su seguridad personal. “Tener dientes sanos proyecta la imagen de ser una persona sana y agradable. Esa es la primera impresión cuando se conoce a alguien. Uno lo ve, por ejemplo, en señoras mayores que con las carillas dicen sentirse más jóvenes”.
Turismo de salud
Debido al auge de este procedimiento dental, en ciudades como Cali y Medellín se ha generado un turismo de salud de decenas de extranjeros que viajan a Colombia para realizarse un implante de carillas.
Así, mientras el paciente colombiano prefiere las carillas de resinas por su costo más bajo, los extranjeros optan por las de porcelana, “ya que mientras en Colombia pagan por ellas unos 4.500 dólares, ese mismo procedimiento en un país como Estados Unidos puede rozar los 80.000 dólares”.
Entonces, “es una actividad que también aporta a la economía de estas regiones, pues estas personas movilizan transporte aéreo, hoteles y todo lo que implique permanecer en una ciudad por tres o cuatro días, que es lo que toma hacer este procedimiento”, asegura.
Según los cálculos del gremio, cada semana arriban al país unos 150 extranjeros en búsqueda de este proceso “debido a la calidad con la que trabajan los odontólogos en Colombia”.
Las carillas duran con un buen cuidado
• Aseo: Las personas con carillas pueden usar cremas y sedas dentales convencionales. También los enjuagues bucales que normalmente se compran en el mercado.
• No se blanquean: Algunos expertos desaconsejan el uso de cremas blanqueadores porque pueden resultar abrasivas con los dientes. Si se consumen bebidas oscuras, se debe aumentar la cantidad de cepilladas al día.
• Mordida: Los pacientes con carillas deben evitar morder alimentos duros y acciones de desgarre durante la alimentación. Lo ideal es trocear los alimentos con las manos o cubiertos y luego sí llevarlos a la boca.