La piña es una fruta tropical de la familia de las bromeliáceas y de frutas cítricas como la naranja y el limón. Es rica en vitamina C y otros antioxidantes, esenciales para brindar beneficios saludables al organismo.

Es rica en agua, lo que la hace un alimento muy bajo en calorías, por lo que, según el portal Cuerpo Mente, se desmonta la creencia popular de que esta fruta engorda. Además, contiene vitaminas A, B1 y ácido fólico, aunque en porcentajes menores. También posee potasio, hierro y magnesio.

Es fuente de una enzima llamada bromelina, que facilita la digestión. En concreto, tiene la virtud de fragmentar las proteínas y convertirlas en aminoácidos, lo que favorece el tránsito intestinal. Según el mencionado sitio web, la inclusión de esta fruta en los primeros platos del día es especialmente beneficiosa porque estimula la producción de jugos gástricos.

Normalmente la piña se utiliza en jugos, ensaladas u otras preparaciones, sin embargo, también se le puede sacar provecho usando la cáscara, la cual aporta fibra, magnesio y bromelina, componentes que ayudan a mitigar problemas de la salud.

Según el portal de bienestar y salud Tua Saúde, el agua de cáscara de piña ayuda a reducir la inflamación en el organismo y mejorar la digestión debido a que posee propiedades antioxidantes, cicatrizantes, inmunomoduladoras, digestivas y antiinflamatorias. Esta es una bebida con un alto potencial depurativo, que hace que el organismo se mantenga limpio de impurezas y sustancias que podrían ser tóxicas o dañinas. De esta forma, puede ayudar a bajar de peso.

Estos efectos pueden potenciarse si a esta bebida se le agrega canela, una especia con bondades antiinflamatorias, según lo señala la revista Food and Function, en la que diferentes expertos en medicina publican sus estudios. Esto es gracias a sus extractos orgánicos, precisa el portal Nutrición y Farmacia, de España.

La Fundación Española de Nutrición indica que la canela es una importante fuente de nutrientes y destaca por su contenido en calcio, hierro, zinc, selenio y potasio, además de vitaminas A, B6 y C, fibra y carbohidratos.

Adicionalmente, posee altos porcentajes de cumarinas, taninos y mucílagos que le otorgan propiedades especiales. Por ejemplo, es antioxidante, gracias a su alto contenido de flavonoides, como las catequinas, que ayudan a eliminar el efecto de los radicales libres.

Contra el colesterol

Por otro lado, la combinación de estos dos ingredientes ayudaría a regular los niveles de colesterol en la sangre, así como los triglicéridos, indica una publicación del portal Gastrolab, de México.

Según Tua Saúde, esta especia “ejerce efectos en el metabolismo de las grasas, por lo que gracias a su fuerte actividad lipolítica y a su acción antioxidante, ayuda a disminuir el colesterol total y LDL “malo” y los triglicéridos, disminuyendo el riesgo de que se formen placas de ateroma y previniendo enfermedades como infartos o un accidente cerebro vascular (ACV)”, precisa.

Por su parte, la piña actúa depurando la sangre y de esta manera evita que los lípidos se alojen en las paredes de las arterias, previniendo el desarrollo de enfermedades relacionadas con el corazón.

¿Cómo consumir este remedio casero?

Para elaborar una infusión de cáscara de piña con canela, se requiere de la cáscara de una fruta, dos ramas de canela, un litro de agua, un trozo de jengibre, y miel si quiere endulzar. Se lava bien la piña antes de quitar la cáscara, luego se coloca en un recipiente con el agua y se deja a fuego alto y cuando empiece a hervir se añaden la canela y el jengibre.

Se deja que hierva todo junto y después se retira del fuego y se espera a que repose, se cuela y estará lista para consumir. Si la persona desea, puede agregar miel. Según Gastrolab, es aconsejable beber una o dos tazas al día, preferiblemente en ayunas y después de la comida y hacerlo unos cuatro días a la semana, intercalando un día sí y otro no.