La caspa es una alteración de la piel que consiste en la formación de sustancias muertas que normalmente se presenta en el cuero cabelludo. Sin embargo, algunas personas también pueden padecer este problema en las cejas o las pestañas.
A esta anomalía en las pestañas se le conoce como blefaritis. Se trata de un problema frecuente que consiste en la aparición de pequeñas pieles muertas de color blanco o amarillento debido a una inflamación alrededor de la raíz de la pestañas, es decir, en los bordes de los párpados.
En la blefaritis el párpado se inflama como consecuencia de una acumulación de grasa y bacterias, lo que da como resultado irritación, comezón, enrojecimiento y descamación, según lo describe la American Academy of Ophthalmology.
Si este padecimiento no se trata a tiempo, puede provocar un engrosamiento de los párpados y voltearlos hacia adentro, lo que podría ocasionar daño en la córnea, asegura el portal Salud 180.
De acuerdo con el instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic, se desconoce la causa exacta de la blefaritis, pero puede estar asociada con una dermatitis seborreica, que se evidencia con caspa del cuero cabelludo y de las cejas o una infección u obstrucción de las glándulas sebáceas de los párpados.
También puede ser generada por la rosácea, una enfermedad de la piel caracterizada por enrojecimiento facial y alergias causadas por reacciones a los medicamentos para los ojos, las soluciones para los lentes de contacto o el maquillaje. Los ojos secos también pueden generar este padecimiento.
Síntomas
Algunos de los síntomas que se generan con esta enfermedad son los ojos llorosos y rojos, sensación de arena dentro de los mismos, ardor o escozor, párpados de aspecto grasoso, rojos e hinchados y descamación de la piel que rodea los ojos.
De igual forma, se pueden evidenciar las pestañas con costras, párpados pegados, mayor frecuencia de parpadeo, sensibilidad a la luz y visión borrosa que suele mejorar con el parpadeo.
La blefaritis es una condición crónica que en ocasiones se puede tratar con remedios caseros, pero que si empeora es mejor consultar con el especialista.
Compresas de agua
Una de las alternativas para mitigar este padecimiento es la aplicación de comprensas tibias. Para ello se moja una toalla limpia, se escurre y se coloca sobre los ojos cerrados por unos cinco minutos, luego se retira. La Biblioteca de Medicina de Estados Unidos indica que este remedio se puede aplicar dos veces al día.
Después de aplicar las compresas tibias, los especialistas recomiendan frotar suavemente a lo largo del párpado con una solución de agua tibia y un champú para bebés que no produzca lágrimas. Lo ideal es hacerlo usando un hisopo de algodón.
Otra opción es utilizar una pomada antibiótica. En este caso es importante consultar con el oftalmólogo, para que sea él quien indique la opción que más convenga de acuerdo con las características de la enfermedad en la persona.
Para aplicar la pomada se debe utilizar un hisopo o uno de los dedos luego de lavar muy bien las manos. La recomendación es aplicar muy poca dosis de este medicamento en la zona.
Por otro lado, el portal Salud 180 asegura que hay investigaciones que han encontrado que cuando un desequilibrio de los ácidos grasos omega, esto puede causar secreciones anormales de las glándulas sebáceas. Por esta razón incluir este tipo de grasas en la dieta diaria es importante.
Los especialistas aseguran que el resultado clínico casi siempre es bueno con tratamiento. La principal recomendación es mantener el párpado limpio para prevenir que el problema reaparezca. El tratamiento continuo aliviará el enrojecimiento y ayudará a que los ojos estén más cómodos, asegura la Biblioteca de medicina de Estados Unidos, la cual argumenta que los orzuelos, por ejemplo, son más frecuentes en las personas que padecen blefaritis.