Conocida también como ‘piel naranja’, la celulitis es una enfermedad en la piel que afecta principalmente a las mujeres a nivel mundial. Su mayor afectación es influenciar negativamente en la autoestima en las personas, debido a que deteriora la imagen de la piel.

Mejor con Salud explica que los diferentes tipos de celulitis son la manifestación temprana de un problema subyacente, tales como los trastornos hormonales, dietas inadecuadas o intolerancia a ciertos alimentos. Es por eso que el tratamiento oportuno es vital para no afectar el aspecto de la piel y evitar que se prolongue.

El nombre médico de esta condición es paniculopatía edemato-fibro-esclerótica (PEFE), la cual hace parte de las patologías desembocadas por alteraciones metabólicas y endocrinas al interior del organismo. Tiende a manifestarse con pequeños bultos y depresiones irregulares en la superficie cutánea. Principalmente se visibiliza en los muslos, glúteos, parte superior de los brazos y en la zona baja del abdomen.

La celulitis también es conocida como 'piel naranja', por la tonalidad que toma la piel. Foto: Getty Images. | Foto: Getty Images

Para el caso de las mujeres, por lo general la celulitis ocurre en medio de las etapas de los cambios corporales, por ejemplo durante el embarazo o la pubertad. Cuando ocurre, las células grasas o adipocitos aumentan su cantidad y alteran el drenaje vascular, impidiendo que se haga con normalidad.

En ese orden de ideas, esta condición dérmica genera retención de grasa y líquidos, acompañada del endurecimiento de las fibras de la piel, la razón del aspecto característico de la celulitis. Si bien esta condición no es peligrosa, hay otra que si es infecciosa.

La celulitis infecciosa genera que la zona afectada empiece a doler al mínimo tacto, hincharse y tomar una tonalidad rojiza. En ese caso, el único camino es acudir al médico. Sin embargo, cuando es normal, desde casa se puede eliminar.

El primer tipo de celulitis es la adiposa, la forma más común. Esta categoría genera que la zona afectada pierda consistencia, haciendo que se hunda con facilidad al tocarle y se mueva con claridad con los cambios de postura. La piel pasa de ser rígida a estar flácida y blanda. Sumado a ello, se presentan bultos e irregularidades en la piel, pero que no van acompañadas con dolor.

Celulitis en la zona abdominal baja. | Foto: Getty Images

Mejor con Salud indica que la razón principal de esta condición es la acumulación de grasa debajo de la piel ocasionada por la mala alimentación, falta de ejercicio físico o planes dietéticos perjudiciales. Suele atacar los glúteos, caderas, muslos, cintura, abdomen y rodillas.

La recomendación para eliminar sus afectaciones es mejorar la dieta, principalmente aportándole al cuerpo proteínas y alimentos bajos en grasa. El ejercicio es otro aspecto fundamental, en especial si se mezcla con terapia muscular.

El segundo tipo de celulitis es la fibrosa, la más difícil de eliminar. Es frecuente en pacientes con obesidad, pero no quiere decir que las personas delgadas estén libres. La piel afectada toma una forma dura, debido al engrosamiento de los septos que atrapan los nódulos de la grasa. Esta condición también es conocida como celulitis dura.

A diferencia de la anterior, la zona atacada se vuelve sensible al tacto, debido a que los nervios se empiezan a comprimir. Además, la piel suele estar sometida a tensión, por lo cual una consecuencia es la aparición de estrías. Si bien el tratamiento también está ligado al ejercicio y alimentación saludable, la gravedad de la celulitis indicará si es necesaria la intervención médica.

Presoterapia, un tratamiento médico para los casos más graves de celulitis. | Foto: Semana

Finalmente, la tercera y última categoría de celulitis es la acuosa, conocida también como edematosa. Los efectos son similares a la fibrosa, con la diferencia que la piel también puede ser blanca y flexible. El dolor es relativo, debido a que hay pacientes que si los padecen y otros no.

Su presencia se relaciona con la retención de líquidos, producto de problemas en la circulación linfática o venosa. Se localiza clásicamente en los muslos, los glúteos, el abdomen y los brazos. Las personas afectadas suelen referir pesadez e hinchazón en las piernas.

El tratamiento estético más efectivo es el drenaje linfático por presoterapia. De igual forma, es aconsejable el uso de electroescultura o endermología para recuperar la firmeza y la elasticidad de la piel. Asimismo, los deportes de mediano impacto son ideales para recuperar el tono muscular y reducir el exceso de grasa.