La cera que se forma en la cavidad de los oídos tiene como función proteger el canal externo contra los elementos extraños como el polvo, la humedad y las bacterias, es por esta razón que no se debe quitar; lo ideal es limpiar la parte externa de los oídos de manera cuidadosa.

En algunas ocasiones puede ocurrir que los oídos fabriquen demasiada cera y esta se acumule en el conducto auditivo externo, provocando picor u otras molestias. Además, si se frota el oído o se retira la cera de manera incorrecta, puede correr el riesgo de introducir la cera en el ducto auditivo que puede provocar un tapón.

De acuerdo con la organización Children’s Colorado, la acumulación de la cera en los oídos es por el uso de palillos de algodón que no limpia, sino que introducen a profundidad la cera. Esta práctica puede causar la obstrucción del canal auditivo, disminución de la audición, dolor y en algunos casos se puede dar un sangrado.

Ante el uso de estos palitos de algodón, el Parlamento Europeo acordó la prohibición de fabricar y comercializar de estos bastoncillos, no solamente para cuidar el medio ambiente, sino como medida de prevención porque no son aconsejables para eliminar la cera en los oídos porque pueden alterar el pH natural y reducir la capacidad del oído de generar cerumen y defenderse.

¿Cómo limpiar los oídos de forma adecuada?

Para muchos expertos, utilizar aceite de bebé es la opción más adecuada. Solamente debe aplicar unas gotas de aceite en cada oído para ablandar la cera y luego introducir una pequeña bolita de algodón, dejándolo actuar toda la noche. En la mañana, debe eliminar el exceso del aceite para que el canal auditivo quede limpio.

Otra manera fácil y muy natural de eliminar el exceso de cera es con agua tibia. Lo mejor es aprovechar la ducha para limpiar los oídos. Con las manos, aproveche el chorro de la ducha para limpiar a profundidad los oídos, esto teniendo la precaución de no introducir agua al oído interno porque podría ocasionar una infección.

El oído es un órgano muy importante porque es el encargado de la audición y del equilibrio del cuerpo. | Foto: Getty Images

La solución salina también es ideal para dar una buena limpieza a los oídos. Debe mezclar media taza de agua tibia con una cucharada de sal fina y mezclar muy bien. Luego de esto, con un gotero agregue una pequeña cantidad de esta solución salina en cada oído. Es importante que la cabeza esté bien inclinada para que el agua penetre bien.

A su vez, el uso de sprays auditivos que los venden en farmacias, son muy adecuadas para la higiene habitual del oído. Este se debe aplicar al menos una vez por semana para prevenir la acumulación excesiva de la cera.

Finalmente, el aceite de parafina y la glicerina son remedios naturales que no solo limpian el canal auditivo, sino que también tratan el dolor de las afecciones del oído.

Recomendaciones para tener en cuenta

  • Expertos aconsejan acudir al otorrinolaringólogo, aun sin tener ninguna sintomatología, a partir de los 50 años y realizar revisiones periódicas para detectar posibles problemas que pueden aparecer con el pasar del tiempo.
  • No debe automedicarse; existen medicamentos en forma de pastillas o de gotas, que pueden afectar el oído.
  • Cuando se exponga a ambientes con sonidos agudos e intensos, use protectores homologados y evite los ruidos intensos cerca de la oreja, ya que pueden dañar el tímpano.
  • Al salir del baño, seque la oreja suavemente con una toalla o gasa por el pabellón externo, sin apretar ni insistir demasiado en la zona del conducto auditivo