El cerebro es un órgano muy complejo y delicado que toma acción directa o indirecta en todos los procesos corporales. Regula funciones como los latidos del corazón, el equilibrio de fluidos, la presión arterial, el equilibrio hormonal y la temperatura del cuerpo.
También es responsable del movimiento, la cognición, el aprendizaje, la memoria y las emociones humanas, por lo que el cuidado y la protección de este órgano es clave para obtener una buena salud, en general, según indica el portal Salud Digital de la Fundación Carlos Slim.
Precisa que el estilo de vida puede dañar las neuronas (células cerebrales) a corto o largo plazo, lo que podría conducir al desarrollo de enfermedades degenerativas y muchas otras condiciones. Por esta razón, realizar actividades como llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico, activa el cerebro y lo mantiene saludable.
Por su parte, el portal Neuronapsis indica que para cuidar el cerebro se debe empezar por una autoevaluación de los hábitos, siendo críticos y honestos con las decisiones que las personas toman cada día con el fin de evitar afectaciones no solo en este órgano sino en todo el organismo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de los múltiples beneficios y el papel trascendental que desempeña el cerebro en el cuerpo humano, no siempre las personas son conscientes de los hábitos que lo dañan y lo van envejeciendo con consecuencias hasta mortales.
Este organismo de la salud determinó diez razones por las cuales se pueden generar graves daños al cerebro.
1. Alto consumo de azúcares: al no tener una dieta saludable y balanceada el cerebro se ve afectado, lo que puede ocasionar enfermedades graves.
2. No desayunar: el desayuno proporciona los nutrientes necesarios para tener energía y comenzar el día activo. Comer los alimentos adecuados hará que el cerebro funcione. De lo contrario, puede derivar en enfermedades crónicas y graves como obesidad, colesterol alto, diabetes e incluso el peligro de sufrir convulsiones.
3. Fumar: el hábito de fumar reduce considerablemente la materia cerebral y el suministro de oxígeno a este órgano. Está demostrado que promueve la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer.
4. Exponerse a ambientes contaminados: el cerebro necesita constantemente oxígeno, pero diferentes sustancias tóxicas pueden interferir con el intercambio de gases, transporte y procesamiento de oxígeno hacia las células.
5. No dormir lo suficiente: una persona necesita ocho horas de sueño por la noche para que el cerebro descanse, a fin de que los procesos metabólicos se lleven a cabo correctamente con la energía resultante producida, así como para lograr una renovación celular adecuada. Privarse del sueño acelera la muerte de las células cerebrales a corto plazo, y genera cansancio y mal humor.
6. Comer en exceso: comer alimentos que el cuerpo no necesita provoca una acumulación de sustancias residuales en forma de grasas y endurecimiento de las arterias cerebrales, lo que afecta su correcto funcionamiento.
7. Consumo de alcohol: el alcohol puede arruinar diferentes órganos del cuerpo, principalmente el sistema nervioso, hígado y corazón. Impacta las reacciones químicas que tienen lugar en el cerebro. Asimismo, tiene la capacidad de matar las neuronas y reducir la velocidad con la que se transmiten los impulsos nerviosos. Está demostrado que su consumo desde adolescente ocasiona fallas irreversibles en el desarrollo del sistema nervioso, según la OMS.
8. Estrés y violencia: el estrés provoca varias reacciones al sistema nervioso, algunas de las cuales reducen la capacidad mental y también aumentan el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y ataques cardíacos. En cuanto a la violencia, un estudio de la Universidad de Londres, reveló que un cerebro de niños maltratados aprende a protegerse y se vuelve hipervigilante, queda en constante alerta, expectante y activo.
9. No realizar actividad física: la revista Neurobiology of Aging menciona que hacer ejercicio por lo menos tres veces a la semana mantiene el cerebro bien estructurado y acelera su funcionamiento. Si no realiza alguna actividad física, el cerebro se va haciendo viejo y corre más riesgos de padecer alguna enfermedad que afecte en forma general el organismo.
10. Falta de estímulos mentales y ejercicio: leer un libro o buscar palabras para estimular el cerebro aumenta la capacidad de aprendizaje y la memoria, así como el tiempo de reacción a los estímulos. Lo mismo ocurre cuando se practica alguna actividad física.