Las heridas son lesiones que se producen normalmente por un traumatismo contuso o cortante que puede dañar piel, grasa subcutánea, músculos, nervios y vasos sanguíneos.
Lo habitual es que con el tiempo cicatricen. Algunas demoran solo uno pocos días y otras necesitan más tiempo, pero hay veces en que, simplemente, ese proceso de cicatrización se hace muy difícil, según información de la Clínica Alemana, de Chile.
La cicatrización consta de cuatro etapas: hemostasia, que es el proceso que busca detener el sangrado; formación de la costra para sellar la herida; regeneración de la matriz elástica, que es la piel más fina y clara que se observa al desprenderse la costra y, por último, la remodelación, donde se forma el tejido definitivo que normalmente es muy parecido al que existía previamente.
De acuerdo con información del portal Top Doctors, de España, existen algunos síntomas que evidencian problemas en la cicatrización. Las heridas tienden a infectarse con bacterias, lo que impide que pueda sanar correctamente. Hay que vigilar estos procesos para evitar que se propague por el cuerpo y se generen complicaciones mayores.
Una herida que no está cicatrizando correctamente puede evidenciar signos como: secreción amarilla, mal olor, dolor, hinchazón y enrojecimiento, cambio en el tamaño de la herida y fiebre.
¿Por qué una herida no cicatriza?
Existen diversas razones y patologías que pueden ocasionar problemas en la cicatrización y entre ellas destacan:
- Circulación sanguínea: un aporte muy bajo de glóbulos blancos hace disminuir el desbridamiento del tejido dañado. Además, se produce una curación tardía de la herida cuando el aporte sanguíneo es insuficiente para llevar nutrientes y oxígeno y repararlo, precisa un artículo publicado en la Revista Médica.
- Nutrición: la curación de las heridas requiere de un aporte nutricional extra. Por ello, se produce una cicatrización retardada en los casos donde el paciente está pobremente nutrido. Para mejorar la cicatrización de las heridas, se debe aumentar la ingesta de alimentos ricos en proteínas, vitaminas A y C, y sales minerales.
- Enfermedades de base: hay diversas enfermedades que pueden incidir de manera negativa en el proceso de cicatrización. Una de ellas es la diabetes, que produce una alteración de los glóbulos blancos, entre otras anomalías.
- Arteriosclerosis: cuando un paciente presenta esta enfermedad tiene un menor aporte sanguíneo debido a que en las paredes de los vasos existen depósitos de lípidos y colesterol.
- Hipertiroidismo: cuando una persona sufre de esta enfermedad, se produce una disminución en la síntesis de colágeno.
- Hipotiroidismo: este padecimiento hace que disminuya la degradación del tejido y la síntesis de colágeno.
- Enfermedades congénitas que afectan al tejido conjuntivo, como el síndrome de Marfan o el síndrome de Ehlers-Danlos también inciden de manera negativa en los procesos de cicatrización.
- El uso de medicamentos como corticoides e inmunosupresores pueden retardar el proceso normal de cicatrización.
- Si la herida está en una zona de movimiento constante, áreas de apoyo, con humedad o con menos tejido celular, como la cara anterior de las piernas, también se afecta la cicatrización.
- La edad es un factor relevante, ya que los pacientes mayores, habitualmente, presentan patologías sistémicas que condicionan una menor capacidad de cicatrizar, como las mencionados previamente, indican los expertos de la Clínica Alemana.
“Si una herida no cicatriza o el proceso es más lento que lo normal, el riesgo más importante es que se pueda infectar y esto puede condicionar una infección sistémica o que aumente de tamaño y desarrolle una gangrena en la extremidad afectada. Esto puede derivar en una amputación de grados variable según el lugar afectado”, precisa un artículo publicado en la página web de esta institución clínica.
Los especialistas indican que para favorecer la cicatrización, lo fundamental es realizar una buena evaluación clínica de la persona buscando antecedentes médicos y realizar un examen físico detallado para evaluar la presencia de factores locales que retarden este proceso. La localización, las características de la lesión y la presencia de cualquier signo clínico que sugiera alguna enfermedad, son clave para definir el paso a seguir desde el punto de vista médico.