Aunque la noticia parece llamativa, no es para nada alentadora, ya que es más bien una advertencia que envía el científico Jake Abbott, profesor de robótica de la Universidad de Utah.
Luego de dar una entrevista al medio estadounidense The Salt Lake Tribune, el científico afirmó lo siguiente. “La Tierra está en camino de tener sus propios anillos, pero estarán hechos de basura”.
Según datos publicados por la Agencia Espacial Europea (ESA), modelos científicos estimaron que el número total de desechos espaciales en la órbita terrestre son astronómicos y se podrían clasificar de la siguiente manera. 29.000 serían de un tamaño superior a diez centímetros, 670.000 de tamaños superiores a un centímetro y habría más de 170 millones para tamaños superiores a un milímetro.
La ESA advirtió que cualquiera de estos objetos podría causar daños a una nave espacial operativa. Por ejemplo, una colisión con un objeto de 10 cm implicaría la destrucción de un satélite común y corriente.
Ante la tesis de Abbott y los datos de la ESA, el científico dijo tener una posible solución a este problema para evitar que la Tierra se transforme de manera irregular en el segundo Saturno del Sistema Solar y es el uso de imanes para dirigir la basura espacial a sitios determinados, recolectarlos y así poder deshacerse de ellos.
El estudio, que fue publicado en la revista Nature, toma relevancia ante esta problemática de los desechos espaciales que ponen en riesgo la tecnología que se encuentra en el espacio.
Otra solución que podría acabar con la basura espacial
Una técnica que ayuda a los telescopios a ver objetos en el cielo nocturno con mayor claridad puede ser aprovechada para luchar contra los peligrosos desechos espaciales.
El trabajo de investigadores de la ANU (Australian National University) sobre la óptica adaptativa, que elimina la neblina causada por la turbulencia en la atmósfera, se ha aplicado a un nuevo láser de ‘estrella guía’ para identificar, rastrear y mover de manera segura los desechos espaciales con mayor seguridad.
Los desechos espaciales son una gran amenaza para los 700.000 millones de dólares de infraestructura espacial que prestan servicios vitales en todo el mundo todos los días. Con óptica adaptativa de estrella guía láser, esta infraestructura ahora tiene una nueva línea de defensa.
La óptica que enfoca y dirige el láser de la estrella guía ha sido desarrollada por los investigadores de ANU con colegas de Electro Optic Systems (EOS), la Universidad RMIT, Japón y Estados Unidos, como parte del Centro de Investigación del Medio Ambiente Espacial (SERC). Ahora, EOS comercializará la nueva tecnología láser de estrella guía, que también podría incorporarse en kits de herramientas para permitir comunicaciones satelitales de tierra a espacio de gran ancho de banda.
Los rayos láser utilizados para rastrear la basura espacial usan luz infrarroja y no son visibles. Por el contrario, el nuevo láser de estrella guía, que está montado en un telescopio, propaga un rayo naranja visible en el cielo nocturno para crear una estrella artificial que se puede utilizar para medir con precisión la distorsión de la luz entre la Tierra y el espacio.
Esta luz naranja guía permite que la óptica adaptativa agudice las imágenes de los desechos espaciales. También puede guiar un segundo rayo láser infrarrojo más potente a través de la atmósfera para rastrear con precisión los desechos espaciales o incluso moverlos de manera segura fuera de órbita para evitar colisiones con otros desechos y eventualmente quemarse en la atmósfera.
*Con información de Europa Press.