Un grupo de científicos descubrió recientemente en Misuri, Estados Unidos, los huesos de un dinosaurio que mide entre siete y nueve metros de largo. Se trata de un género nunca antes determinado.
En entrevista con el medio local Fox2Now, Guy Darrough, paleontólogo jefe del equipo de investigadores, dijo que se trata del esqueleto de un ejemplar joven, cuya especie ha sido llamada Parrosaurus missouriensis.
“No puedo imaginar nada más impresionante que lo que descubrimos aquí (...). Un nuevo género en especies. Es (un) descubrimiento de alcance mundial”, dijo Darrough al medio citado anteriormente.
Luego de ese hallazgo, al lugar -que no ha sido revelado exactamente- llegaron otros paleontólogos y encontraron otro ejemplar de Parrosaurus missouriensis, aunque en esta ocasión se trataba de un adulto.
Pete Makovicky, profesor de ciencias ambientales y de la tierra en la Universidad de Minnesota, dijo que Misuri es uno de los territorios más singulares y que, probablemente, aún preserva los restos de otros dinosaurios.
De acuerdo con los investigadores, el Parrosaurus missouriensis era herbívoro, medía entre siete y nueve metros de largo, y tenía una boca similar al pico de un pato.
El fenómeno que favoreció el ascenso de dinosaurios
La mayoría sabe el evento que ocasionó la desaparición de los dinosaurios, pero poco se ha dicho acerca de los fenómenos que llevaron al ascenso de estos seres que dominaron la Tierra por millones de años. Un estudio acaba de encontrar la razón: la llegada de los dinosaurios a la Tierra coincidió con cambios ambientales impulsados por grandes erupciones volcánicas hace más de 230 millones de años.
En concreto los expertos se refieren a un evento conocido como Episodio Pluvial del Triásico Tardío (EPT), el cual supuso un aumento de la temperatura y la humedad a nivel mundial, lo que tuvo un gran impacto en el desarrollo de la vida animal y vegetal. Esto coincidió con el establecimiento de las coníferas modernas, según revela el trabajo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los investigadores analizaron los sedimentos y los registros de plantas fósiles de un lago de la cuenca de Jiyuan, en el norte de China, y establecieron una correspondencia entre los pulsos de actividad volcánica y los cambios medioambientales significativos, incluido el clima “megamonzón” del EPC, hace entre 234 y 232 millones de años.
El equipo internacional de investigadores, conformado por expertos de China y Reino Unido, han detectado cuatro episodios distintos de actividad volcánica durante este periodo de tiempo. Esto dio origen muy probablemene a las grandes erupciones volcánicas de la Gran Provincia Ígnea de Wrangellia, cuyos restos se conservan en el oeste de Norteamérica.
El coautor del estudio es Jason Hilton, catedrático de Paleobotánica y Paleoambientes de la Escuela de Geografía, Tierra y Ciencias Ambientales de la Universidad de Birmingham, en Reino Unido. El experto explica en un comunicado que “en el espacio de dos millones de años, la vida animal y vegetal del mundo experimentó importantes cambios, incluidas extinciones selectivas en el ámbito marino y la diversificación de grupos de plantas y animales en la tierra. Estos acontecimientos coinciden con un notable intervalo de intensas precipitaciones conocido como el Episodio Pluvial Carniano”.
“Nuestra investigación muestra, en un registro detallado de un lago del norte de China, que este período puede resolverse en realidad en cuatro eventos distintos, cada uno de ellos impulsado por pulsos discretos de poderosa actividad volcánica asociados con enormes emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera”, dice. Estos eventos desencadenaron un aumento de la temperatura y la humedad globales.