Una investigación publicada en la revista Nature Climate Change, realizada por un equipo internacional de científicos y dirigida por la Universidad de California Riverside, reveló que los cambios en los niveles de ozono en la atmósfera superior e inferior fueron responsables de casi un tercio del calentamiento en las aguas oceánicas que bordean la Antártida en la segunda mitad del siglo XX.
Según los expertos, el ozono puede estar debilitando uno de los mecanismos de enfriamiento más importantes de la Tierra, convirtiéndolo en un gas de efecto invernadero más importante de lo que se pensaba. El profundo y rápido calentamiento del Océano Austral afecta su capacidad para absorber el exceso de calor a medida que el planeta se calienta.
La mayor parte de este calentamiento fue el resultado del aumento del ozono en la atmósfera baja. El ozono, uno de los principales componentes de la niebla tóxica, ya es un contaminante peligroso, pero la investigación demuestra que también puede desempeñar un papel importante en el cambio climático en los próximos años, como recoge la agencia Europa Press.
La doctora Michaela Hegglin, catedrática de química atmosférica y una de las autoras del estudio, explica que “el ozono cerca de la superficie de la Tierra es perjudicial para las personas y el medio ambiente, pero este estudio revela que también tiene un gran impacto en la capacidad del océano para absorber el exceso de calor de la atmósfera”.
“Estos resultados son reveladores y subrayan la importancia de regular la contaminación atmosférica para evitar el aumento de los niveles de ozono y de la temperatura global”, explicó la investigadora.
El equipo de científicos utilizó modelos para simular los cambios en los niveles de ozono en la atmósfera superior e inferior entre 1955 y 2000, con el fin de aislarlos de otras influencias y aumentar el conocimiento de su impacto en la captación de calor del Océano Austral.
Estas simulaciones mostraron que tanto la disminución del ozono en la atmósfera superior como el aumento en la atmósfera inferior contribuyeron al calentamiento observado en los 2 km superiores de las aguas oceánicas en las latitudes altas por el aumento global de los gases de efecto invernadero.
Revelaron que el aumento del ozono en la atmósfera inferior causó el 60 % del calentamiento general inducido por el ozono observado en el Océano Austral durante el período estudiado, mucho más de lo que se pensaba, como recoge Europa Press.
Punto crítico de temperatura en 2030
A finales del año pasado, un equipo de expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) alertó de que el calentamiento global conducirá hacia una temperatura terrestre de +1,5 °C respecto a la era preindustrial de aquí al año 2030, una década antes de lo que se había previsto en estimaciones hechas hace tres años, como recoge la agencia AFP.
Además, el aumento de las temperaturas en nuestro planeta seguirá creciendo hasta superar este umbral –uno de los principales límites del Acuerdo de París– de aquí al año 2050, incluso si el mundo consigue reducir drásticamente las emisiones de gas de efecto invernadero, agregaron los científicos en un informe.
Ese fenómeno implicará riesgos de desastres “sin precedentes” para la humanidad, como se recoge en el documento, por lo que los expertos insisten en que la única alternativa será reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Si no se avanza con la determinación necesaria en ese objetivo, entes del año 2050 se superaría este umbral, e incluso se llegaría a una temperatura terrestre de +2 ºC si no se reducen drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
*Con información de Europa Press y AFP.