Por primera vez los investigadores del país se movilizarán este 24 de agosto para llamar la atención al Estado sobre el abandono en que tiene al sector de la ciencia. En la rueda de prensa organizada por la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas Naturales, los investigadores resaltaron las cifras de la alarmante reducción del presupuesto para la ciencia en Colombia.Puede leer: ¿Por qué Colombia no se manifiesta por la ciencia? Según ellos son muchas las promesas del Gobierno de Juan Manuel Santos sobre su apoyo a la ciencia y a la intención de impulsar la investigación y la innovación para sacar adelante al país. Intenciones que no se compadecen con la cantidad de dinero que se le asigna a este sector y que cada año disminuye. Para no ir más lejos, el proyecto de presupuesto de 2018 contempla un recorte drástico para Colciencias, que pasará de recibir 380.000 millones de pesos a 222.000 millones, cifra que de acuerdo a los expertos solo alcanzará para el funcionamiento de la entidad.Los científicos no comprenden cómo en épocas de paz, en donde los operativos militares se han reducido, el presupuesto de Defensa aumentará un 8 por ciento mientras las arcas de educación, cultura y ciencia continúan sin fondos. Enrique Forero, presidente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas Naturales, asegura que los investigadores “se habían hecho la idea y tenían el sueño que una vez que se firmara el acuerdo con las Farc, el presupuesto de defensa iba a disminuir y el de ciencia iba a aumentar”.Puede leer: Colombia necesita recursos para cienciaMás allá del disgusto por la reducción de presupuesto de Colciencias, los científicos consideran que con la baja inversión en este sector no se va a poder cumplir las metas de desarrollo propuestas por el presidente Santos ni los objetivos del proceso de paz. Para ellos destinar importantes sumas de dinero en investigación es la única opción para encaminar al país por la senda del progreso. Para sustentar esta idea ponende ejemplo a Corea del Sur “que hace 50 años –sostiene Forero- estaba igual de pobre y atrasada que Colombia, pero que con el aumento del presupuesto para ciencia ahora son una potencia tecnológica mundial mientras que nosotros seguimos igual o peor que antes”.En este mismo sentido se expresó Eduardo Posada, profesor de la Universidad Nacional. Recordó que en el año 2000 hubo una crisis económica que afectó a Colombia y a los países asiáticos. En ese momento el ministro de Industria de Corea del Sur  dijo: “Para salir de la crisis económica hay que invertir en investigación y desarrollo”, en cambio Colombia recortó el presupuesto de Colciencias. “No hemos entendido el mensaje: para salir de la crisis hay que destinar recursos a ciencia, tecnología e investigación. Aquí solo recortamos sin que exista un sentido claro de las prioridades, y, ahora en época del posconflicto, la ciencia y la tecnología juegan un papel fundamental, el Gobierno debe entender que esto es prioritario”, afirma Posada.Puede leer: ¿Cómo está el país en ciencia y tecnología?Y es que la realidad actual de la ciencia en Colombia no es la mejor. Según Forero, basado en datos del Banco Mundial, la inversión en investigación y desarrollo por habitante al año en Estados Unidos alcanza los 1.560 dólares; en Japón, 1.385; en España, 608; en Brasil, 473, en México 188 y en Argentina 130 dólares, mientras Colombia solo invierte 1,54 dólares. Por otro lado, también señala el bajo número de investigadores por millón de habitantes que en el país no pasa de 180, en tanto que en Brasil llega a los 800, eso sin hablar de los países como Finlandia donde esta proporción llega a 7.000.Tras lo ocurrido y al observar la creciente desfinanciación de la ciencia en el país, los investigadores en esta ocasión dejarán su pasividad tradicional y comenzarán a presionar al Gobierno para que reverse su decisión, y recurrirán a los métodos tradicionales de protestas como el plantón que realizarán mañana. Protestas que se unen a las de otros sectores, como el de los deportistas, que sienten que el Estado no los apoya.