El fortalecimiento muscular puede ayudar a desarrollar huesos fuertes, controlar el peso, mejorar la calidad de vida, contribuir a un mejor equilibrio y reducir el riesgo de caídas, tratar las afecciones crónicas, agudizar las habilidades intelectuales, entre otras, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

“La masa muscular está formada por el conjunto total de tejido llamado, comúnmente, músculo. El músculo esquelético es un órgano que tiene como función fundamental facilitarnos el movimiento, la estabilidad articular y protección estructural de nuestro esqueleto. Esta tiene la capacidad para expandirse o abultarse, hecho que dependerá de la fuerza que le apliquemos al músculo. Cuanta más fuerza, mayor será la masa muscular del sujeto para poder oponer resistencia”, le explicó el educador físico Daniel Molina, director del centro Analítica Muscular, en Madrid a la revista española ¡Hola!

Por tal razón, la primera recomendación de los expertos es tener una alimentación balanceada que incluya proteínas, grasas, carbohidratos y todos los nutrientes que el cuerpo necesita.

Adicional, es importante consumir algunas vitaminas como la D, pues según el Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) los músculos la necesitan para el movimiento, y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo.

Sin embargo, el consumo de vitamina D dependerá de la edad, según el Instituto:

- Bebés hasta los 12 meses: 10 microgramos (mcg).

- Niños de 1 a 13 años: 15 mcg.

- Adolescentes de 14 a 18 años: 15 mcg.

- Adultos de 19 a 70 años: 15 mcg.

- Adultos mayores de 71 años: 20 mcg.

- Mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia: 15 mcg.

No obstante, son muy pocos los alimentos que contienen esta vitamina en forma natural y está presente en pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado, la leche fortificada, los cereales del desayuno y ciertos tipos de hongos.

Por tal razón, la vitamina D se encuentra en suplementos de multivitaminas y multiminerales. También se puede conseguir en forma de suplementos dietéticos que contienen solo vitamina D o vitamina D combinada con algunos otros nutrientes. Las dos formas de vitamina D disponibles en suplementos son D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol).

¿Puede ser nociva la vitamina D?

Sí, el consumo excesivo de vitamina D puede ser nocivo. Las concentraciones demasiado elevadas de vitamina D en la sangre (superiores a 375 nmol/L o 150 ng/mL) pueden causar náuseas, vómitos, debilidad muscular, confusión, dolor, pérdida del apetito, deshidratación, micción y sed excesivas y cálculos renales.

Además, el instituto en su página web señaló que las concentraciones sumamente elevadas de vitamina D pueden causar insuficiencia renal, arritmia y hasta la muerte. Los niveles elevados de vitamina D se deben casi siempre a su consumo en cantidades excesivas a través de suplementos dietéticos.

Sin embargo, nunca se recibirá demasiada vitamina D del sol, porque la piel limita la cantidad de esta vitamina que puede producir, porque las nubes, la niebla contaminada (esmog), la edad avanzada y la piel de color oscuro reducen la cantidad de vitamina D producida por la piel. Asimismo, la piel expuesta a la luz solar a través de una ventana no produce vitamina D.

“La radiación ultravioleta del sol puede causar cáncer de piel, de manera que es importante limitar el tiempo de exposición. Aunque los protectores solares limitan la producción de vitamina D, los expertos en salud recomiendan usar aquellos que ofrecen un factor de protección solar (FPS) de 15 o más si la persona va a exponerse al sol por algo más que unos pocos minutos”, agrega el NIH.