Las infecciones urinarias son más comunes de lo que se cree y ocurren cuando entran bacterias a la uretra, generalmente de la piel o el recto, e infectan las vías urinarias, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos.

La mayoría se presentan en las vías inferiores; es decir, en la vejiga y la uretra. Según los expertos, la infección que se limita a la vejiga puede ser dolorosa y molesta, pero se debe prestar especial atención si se extiende a los riñones, ya que puede tener cierto grado de gravedad.

Según el portal Cinfasalud, de España, las infecciones de orina son provocadas por bacterias, siendo la E. Coli la responsable en el 75 % de los casos.

Este padecimiento es más frecuente en las mujeres que en los hombres, debido a que la uretra de ellas es más corta y está más cerca del recto. Esto facilita la entrada de bacterias. Adicionalmente, de acuerdo con los CDC, hay otros factores de riesgo como una infección urinaria anterior, la actividad sexual y cambios en las bacterias que viven dentro de la vagina (flora vaginal).

También inciden el embarazo; la edad (los adultos mayores y los niños pequeños tienen más probabilidades de contraer infecciones urinarias); problemas estructurales como agrandamiento de la próstata, y mala higiene, por ejemplo, en los niños que están en el proceso de aprender a ir al baño.

Las infecciones urinarias son más comunes en las mujeres que en los hombres. | Foto: Copyright Dazeley

Aunque pareciera no tener mucha relación, la alimentación juega un papel importante en el proceso de recuperación de estas afecciones. Estos son algunos de los productos que deberían evitarse.

1. Azúcares

Un artículo publicado en el portal Mejor con Salud y escrito por Yamila Papa Pintor asegura que los alimentos ricos en azúcares ayudan a ‘alimentar’ las bacterias. Esto ralentiza el proceso de curación de la infección urinaria y empeora los síntomas. Por esta razón se deben evitar productos como golosinas, refrescos y gaseosas, dulces y galletas.

2. Embutidos

El exceso de sal eleva la cantidad de sodio en la sangre, lo que reduce la capacidad de los riñones para eliminar el agua. “La sal hace retener líquidos y el objetivo es aumentar la micción”, explica Eva Orta Hoyos, vocera de alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza (España), en un artículo publicado por el diario La Vanguardia, de ese país.

Además de reducir el uso de sal de mesa, se debe disminuir la ingesta de alimentos embutidos y ultraprocesados que tienen exceso de este mineral en su proceso de elaboración.

3. Carne roja

Este producto forma parte de la lista de alimentos prohibidos cuando se tienen infecciones urinarias. Mejor con Salud indica que esto se debe a que aportan mucho ácido al cuerpo y las bacterias, en lugar de morir, se reproducen más. Lo ideal es consumir otro tipo de carne como la blanca del pescado o el pollo.

Los picantes son de los productos prohibidos cuando se tienen infecciones urinarias. | Foto: Kadir Barcin/Getty Images

4. Tomate

Se dice que los tomates son un alimento ácido, por lo que su consumo tiende a empeorar la irritación de la vejiga cuando hay una infección urinaria. Las personas que tienen estas afecciones deben evitar productos como pasta de tomate, salsa de pizza, tomates enlatados y salsa de tomate.

5. Picantes

El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos indica que algunas personas con cistitis señalan que el consumo de ciertos alimentos o bebidas empeoran los síntomas y entre ellos están los alimentos picantes y condimentados. Estos ingredientes irritan la vejiga y aumentan el pH ácido del cuerpo.

La mencionada fuente indica que es recomendable que cada persona aprenda qué alimentos pueden desencadenar o empeorar los síntomas y eliminarlos de la dieta. Las principales señales de este padecimiento son: dolor o ardor al orinar, sentir la necesidad de orinar a pesar de que la vejiga esté vacía, sangre en la orina y presión o retorcijones en la ingle o la parte inferior del abdomen.

Cuando la infección se extiende a los riñones, es posible que se presenten fiebre, escalofríos, dolor en la parte baja de la espalda o en el costado y náuseas o vómitos. Cuando esta situación se presenta, lo recomendable es acudir de manera pronta al médico.