El cuidado de la presión arterial representa un elemento clave para la salud general del ser humano. Este valor corresponde a la medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre al cuerpo.

La presión arterial alta, también denominada hipertensión, está asociada con efectos negativos para la salud.

Según reseña la enciclopedia médica MedlinePlus, si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede conducir a un amplio listado de afecciones médicas, como enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud.

Existen varios factores que pueden afectar la presión arterial, por ejemplo, la cantidad de agua y de sal presentes en el organismo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos y los niveles hormonales de cada persona.

A medida que avanza el envejecimiento, el ser humano se vuelve más propenso a padecer de hipertensión. Esto ocurre porque los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad. En ese orden de ideas, es conveniente adquirir hábitos que contribuyan a prevenir este problema.

Es conveniente realizarse chequeos con frecuencia para monitorear la presión arterial. | Foto: Getty Images

La recomendación médica más común para este fin va en línea con las pautas básicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una vida saludable. Puntualmente, la autoridad sanitaria destaca los beneficios de la alimentación equilibrada y la actividad física regular.

“Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer”, sostiene la OMS en su sitio web.

En tal virtud, precisa que una dieta saludable incluye frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales. A su vez, sugiere limitar la ingesta de grasas saturadas, grasas trans y alimentos con azúcares añadidos.

El riesgo de padecer hipertensión aumenta con la edad. | Foto: Getty Images

Alimentos para regular la presión arterial

Los cuidados en la alimentación pueden ser determinantes a la hora de controlar la presión arterial. Por esta razón es recomendable acudir a un especialista médico para recibir asesoría profesional y organizar un plan de comidas acorde a las necesidades de cada persona.

El portal Tua Saúde menciona algunos alimentos cuyo consumo está asociado con el control de la presión arterial. Por ejemplo, resalta que el agua de coco, yogur y ciruela, por ejemplo, “son óptimas opciones que ayudan a bajar la presión alta, porque son ricos en potasio, un mineral que promueve el exceso de sodio en el organismo a través de la orina”.

Una nutrición saludable prioriza la ingesta de alimentos naturales, como los vegetales. | Foto: Copyright by Werner & Werner Photography 2013

De igual manera, sostiene que alimentos con alto contenido de antioxidantes ayudan a disminuir la inflamación y promueven el relajamiento de las arterias, mejorando la circulación en la sangre.

1. Té verde: Es bebida rica en catequinas y flavonoides, compuestos bioactivos con potente acción antioxidante. Según el citado portal, su consumo promueve la salud de las arterias y el relajamiento de los vasos sanguíneos, ayudando a disminuir la presión alta.

2. Semillas de calabaza: Al ser una buena fuente de potasio, su consumo contribuye a eliminar el exceso de sodio por la orina, lo que a su vez ayuda a bajar la presión alta.

3. Cacao: Tua Saúde recoge que el cacao es rico en catequinas, flavonoides y taninos, compuestos bioactivos con acción antioxidante y antiinflamatoria. Su consumo estimula el aumento de óxido nítrico en el organismo, una sustancia que ayuda a relajar los vasos sanguíneos, mejorando la circulación de la sangre.

4. Ciruelas pasas: Son ricas en potasio. Al igual que las semillas de calabaza, su consumo está relacionado con la eliminación del exceso de sodio en el organismo.

5. Cúrcuma: Contiene una sustancia llamada curcumina, la cual tiene acción antioxidante. El consumo de cúrcuma contribuye a combatir los radicales libres, mejorando las funciones de los vasos sanguíneos, promoviendo el relajamiento de las arterias y bajando la presión.