La circulación es el proceso mediante el cual el corazón bombea la sangre de una persona alrededor del cuerpo. Por esta razón, se considera la circulación como un elemento vital para los seres humanos. Y es que a medida que la sangre circula, distribuye oxígeno y nutrientes a las células del cuerpo y elimina también los desechos.
En contexto, la sangre circula en un único sentido a través de los vasos sanguíneos (capilares, arterias, venas) los cuales forman un sistema cerrado que irriga el conjunto de los órganos. La sangre es puesta en movimiento por medio del corazón, el cual funciona de manera rítmica para que el cuerpo funcione correctamente, según el portal EduMedia Science.
Por su parte, el corazón es un órgano muscular que impulsa de forma constante sangre rica en oxígeno al cerebro y las extremidades, además, transporta sangre pobre en oxígeno desde el cerebro y las extremidades a los pulmones, para así obtener oxígeno, según Medline Plus.
El magazín Medical News Today afirma que si una persona desea mejorar la circulación, debe tener en cuenta aspectos como reducir la ingesta de grasas saturadas, tratar de no permanecer sentado por periodos prolongados y dejar de fumar.
Por eso hoy en día, existen remedios naturales para mejorar la circulación sanguínea. Uno de estos es tomar jugo de naranja con toronja, que debe ser consumido especialmente por personas con antecedentes familiares de enfermedades cardíacas. La vitamina C que está presente en ese jugo, cuando se consume en cantidades ideales, actúa a nivel de los vasos sanguíneos y ayuda a prevenir el endurecimiento de las arterias, según el portal Tua Saúde.
Así mismo, existen otros alimentos que contienen vitamina C y que pueden ayudar a mejorar la circulación como el apio, la piña, el kiwi, las fresas o la remolacha entre otros, en que su rol principal es disminuir la inflamación, mejorando el paso de sangre por las arterias. Aquí algunos jugos recomendados que pueden ser tomados a diario para mejorar la circulación:
Jugo de remolacha con naranja
La remolacha contiene hierro de alta calidad, el cual es fundamental para la construcción de los glóbulos rojos. Por esta razón, es capaz de disminuir los síntomas de debilidad, previene la anemia y mejora la circulación.
Ingredientes
- Dos remolachas.
- 200 ml de jugo de naranja.
Preparación
- Colocar la remolacha cruda junto con el jugo de naranja, en la licuadora y batir a velocidad moderada por aproximadamente un minuto.
- Después de este procedimiento, el jugo está listo para ser bebido.
Jugo de sandía con limón
Ingredientes
- Una sandía entera.
- Jugo de un limón.
Modo de preparación
- Realizar un agujero en la parte superior de la sandía para que quepa en la batidora manual y triturar toda la pulpa.
- Luego, colar este jugo puro, después añadir el jugo del limón y mezclar bien.
- Tomar este jugo a lo largo del día.
Jugo de naranja con perejil
Ingredientes
- Tres naranjas.
- Una mandarina.
- Un pepino con cáscara.
- Una cucharada de perejil.
Preparación
- Licuar todos los ingredientes, no se debe colar
- Lo ideal es tomar este jugo, como mínimo, tres veces por semana, para que cumpla el efecto protector deseado.
Jugo de zanahoria con apio
Ingredientes
- Tres zanahorias.
- Un vaso de agua.
- Un tallo de apio españa/celery con o sin hojas.
Modo de preparación
- Batir todo en la licuadora, colar y endulzar al gusto.
- Tomar todos los días en el desayuno o a mitad de la tarde.
Jugo de piña con jengibre
Ingredientes
- Cinco rodajas de piña.
- Un centímetro de raíz de jengibre.
- Un vaso de agua.
Modo de preparación
- Batir todo en la licuadora o si se desea pasar solamente la piña y el jengibre por el centrifugador sin adicionar agua.
- Posteriormente beber.
- Tomar este jugo después de la cena.
Maracuyá con col silvestre
Ingredientes
- Cinco maracuyás o parchitas.
- Un hoja de col silvestre.
- Dos vasos de agua.
- Azúcar al gusto.
Modo de preparación
- Batir todo en la licuadora y colar.
- Tomar este jugo de tres a cuatro veces al día.
Síntomas de mala circulación
- Coloración pálida o azulada en las zonas de mala circulación.
- Calambres en las piernas.
- Sensación de hormigueo, pinchazos o adormecimiento en las piernas.
- Ausencia de vellos en las piernas.
- Grietas en los talones.
- Piel fría, seca o escamosa.
- Comezón en las piernas.
- Manchas rojas en las piernas.
- Presencias de pequeños vasos o várices.
- Tobillos y pies hinchados.