El paso del tiempo es una situación que nadie en el mundo ha podido desacelerar. Todos en algún momento entraremos a la última etapa de la vida, la vejez. Sin embargo, el arribo a este momento de la vida no debería ser sinónimo de sufrimiento pues una juventud con hábitos de vida saludables garantizará un envejecimiento digno.

La vejez es un tema que ha sido revisado por organismos la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyos expertos aseguran que los habitantes del planeta Tierra están envejeciendo con una mayor velocidad, por lo que urge tomar las medidas necesarias para tener condiciones dignas que permitan afrontar dicha etapa.

“La población envejece en todo el mundo con más rapidez que en el pasado, y esta transición demográfica afectará a casi todos los aspectos de la sociedad (...) En el mundo hay ya más de mil millones de personas que tienen 60 años o más, la mayoría de ellas en países de ingresos bajos y medianos”, señala la OMS.

La vejez ha sido estudiada por la Organización Mundial de la Salud, cuyos expertos coinciden en que las personas están envejeciendo a un ritmo más acelerado. | Foto: Getty Images

De acuerdo con la revista Cuerpo y Mente, la gerascofobia, además de generar el miedo a envejecer, hace que las personas tiendan a presentar un fuerte rechazo hacia los adultos mayores, los cuales se convierten en un recordatorio de la vejez.

Las causas del origen de esta fobia pueden variar, ya que se conjugan factores sociales y culturales con otros aspectos que tienen que ver directamente con la historia de la persona. De este modo, llegar a la tercera edad se asocia, por lo general, con la dependencia y el deterioro físico.

Según reseña la enciclopedia médica MedlinePlus, un estilo de vida saludable incluye los siguientes hábitos:

  • Alimentación saludable: Priorizar alimentos que ofrezcan muchos nutrientes y pocas calorías adicionales, como frutas y verduras, granos integrales, carnes magras, lácteos bajos en grasa, nueces y semillas.
  • Realizar actividad física regular: Estar físicamente activo puede ayudar a mantener un peso saludable y evitar problemas crónicos de salud.
  • Mantener un peso saludable: Tanto el sobrepeso como el bajo peso pueden provocar problemas para el buen funcionamiento del organismo.
  • Mantener una mente activa: La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos sugiere que realizar ciertos ejercicios pueden mantener la mente activa y mejorar la memoria. Para ello, sugiere aprender nuevas habilidades, la lectura y los juegos.
  • No fumar: Dejar el cigarrillo puede reducir el riesgo de varios tipos diferentes de cáncer, ciertas enfermedades pulmonares y enfermedades cardíacas.
Estar físicamente activo puede ayudar a mantener un peso saludable y evitar problemas crónicos de salud. Foto: Getty, Andrew Zaeh | ZAEH, LLC. | Foto: Getty Images

Los seis mejores alimentos para retrasar el proceso de envejecimiento

Los bajos niveles de colágeno y la falta de descanso, así como la alimentación, entre otros factores, pueden acelerar considerablemente este proceso. Precisamente, la dieta juega un papel determinante en el avance del envejecimiento. Una alimentación que incluya alimentos saludables es clave no solo para evitar que aparezcan las señales generadas por los años, sino para alargar el tiempo de vida.

Estos son seis alimentos que no deben faltar:

Frutos secos

Los frutos secos ayudan a tener una dieta balanceada y son ricos en ácidos grasos omega-3, beneficiosos para la salud cardiovascular, pues son grasas buenas que evitan la formación de placas en las arterias.

Información del portal Cuerpo Mente indica que las nueces son las que más aportan este tipo de grasas, las cuales tienen una acción antiinflamatoria. Estos alimentos son fuente de proteínas y minerales. “Pueden ser algo indigestas, pero si se remojan una noche se eliminan antinutrientes y se multiplican sus beneficios”, precisa la publicación escrita por la dietista y nutricionista Martina Ferrer. La recomendación es consumir de cinco a siete cada día.

Legumbres

Son ingredientes esenciales de la dieta mediterránea y en la dieta vegetal son imprescindibles para conseguir un aporte proteínico suficiente para el organismo. Cuerpo Mente indica que estos alimentos tienen uno de los perfiles nutricionales más equilibrados, pues aportan tanto hidratos de carbono de absorción lenta (los más recomendables), así como proteínas, además de fibra y un poco de grasa.

Adicionalmente, son ricos en micronutrientes como minerales y vitaminas del grupo B, así como en polifenoles antioxidantes. Se trata de productos con un importante contenido de almidón resistente y fibras solubles que alimentan a las bacterias intestinales que son buenas para el organismo.

Por cada 20 gramos de legumbres añadidos al consumo diario, la tasa de mortalidad cae un 7 %, según un estudio realizado por la Universidad de Leeds (Reino Unido), lo que indica que son productos que le ayudan a las personas a vivir más tiempo.

Frutas

El consumo de frutas no solo ayuda a mantener una piel en mejores condiciones, sino que previene diversas enfermedades como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes y la obesidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir por lo menos 400 gramos diarios para obtener sus beneficios nutricionales.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tanto las verduras como las frutas pueden ayudar a prevenir todas las formas de malnutrición. | Foto: Getty Images

Verduras

Al igual que las frutas, las verduras se caracterizan por su aporte de fibra, minerales y vitaminas, tienen un bajo aporte calórico, son libres de grasas y contribuyen con componentes fitoquímicos que ofrecen una acción antioxidante como carotenoides, licopeno, flavonoides.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tanto las verduras como las frutas pueden ayudar a prevenir todas las formas de malnutrición, entre ellas, desnutrición, deficiencia de micronutrientes, sobrepeso y obesidad y reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles, por lo que su consumo favorece no solo la salud sino que retrasa el proceso de envejecimiento y alarga la vida de las personas.